Acceder a Marruecos con la carta verde de Bab Septa o
también conocido como documento de importación temporal del
vehículo caducada puede suponer en estos momentos para
cualquier ceutí sanciones que pueden llegar hasta los dos
mil euros y, en su defecto, hasta la inmovilización y
retención del vehículo por parte de las autoridades
marroquíes.
Según ha podido conocer este periódico, la tolerancia por
parte de las autoridades marroquíes en este aspecto es
totalmente cero y, como antes se cita, ya se han dado casos
en los que el vehículo ha sido totalmente inmovilizado por
parte de los agentes del país vecino.
La carta verde -no confundir con la carta verde del seguro-
es un documento obligatorio para poder circular por
Marruecos con un vehículo y con ello las autoridades del
país vecino mantienen un control para evitar la importación
clandestina de vehículos en territorio marroquí.
Para que se entienda manera más adecuada se podría utilizar
el siguiente ejemplo: Un matrimonio español, con residencia
en la península, va de vacaciones hasta el vecino país. Al
llegar a la frontera marroquí, aparte de la presentación del
obligado documento acreditativo para las personas, esto es,
el pasaporte, los visitantes tienen la obligación también de
obtener la carta verde para el vehículo, documento con el
que las autoridades marroquíes ya tienen la constancia de
que el mencionado coche ha entrado en el país.
Una vez las personas estén de regreso, vuelven a entregar la
carta verde a las autoridades aduaneras marroquíes, con lo
que éstas ya tienen conocimiento de la salida del vehículo
del país. Pero esta tramitación solo es válida para los
vehículos que proceden de la península y cualquier otro
territorio que no sea Ceuta.
Para los ceutíes y debido a las relaciones de vecindad
existentes, el trámite es parecido, aunque con muchos
matices.
Los caballas, al igual que los peninsulares, necesitan la
carta verde para acceder a Marruecos con un vehículo, aunque
este documento para el caso de los ceutíes, a diferencia de
otras nacionalidades, es expedido por las autoridades
marroquíes por un plazo, normalmente, de seis meses, con la
intención de que estos vecinos no se vean obligados a tener
que hacerse con carta verde para el vehículo cada vez que
entren y salgan del país vecino.
La asiduidad con la que suelen visitar el país vecino los
ceutíes -algunos poseen hasta viviendas- es lo que hace que
la carta verde, en el documento físico, se distinga con el
del resto de nacionalidades al llevar en una esquina la
inscripción “Bab Septa” y tiene una validez por el plazo
reseñado.
Hasta ahora, las autoridades marroquíes habían mantenido una
postura de permisividad en lo que se refiere a los ceutíes
para el caso de que el documento obligatorio para circular
estuviese caducado, pero ahora, según la denuncia realizada
por la recién creada Asociación de Residentes de Ceuta, son
varios los caballas que se han dirigido “hasta nuestras
dependencias después de haber recibido sanciones”, que en
algunos casos pueden llegar hasta los dos mil euros e,
incluso, la retención del vehículo.
Tráfico de vehículos
Parece que la postura que mantienen las autoridades
marroquíes en la actualidad tiene su fundamento en unos
hechos ocurridos hace algo más de un mes, cuando una
investigación por parte de las autoridades marroquíes puso
al descubierto una red de personas que se dedicaban al
tráfico ílícito de importación de vehículos.
El “modus operandi” de esta organización, en la que estaban
implicados varios funcionarios, un jefe del departamento de
Aduanas de Marruecos y un ceutí, se centraba en introducir
vehículos alterando el proceso de entrada y salida con la
carta verde y para ello era necesaria la cooperación de los
funcionarios del país vecino. Una vez los vehículos estaban
en Marruecos, los mismos ya no salían, produciéndose una
importación ilegal de los mismos.
Las autoridades marroquíes se apercibieron de los hechos y
procedieron a iniciar la investigación, que en la actualidad
aún permanece abierta, y en la que como se cita ya se han
producido algunas detenciones.
Estos hechos han provocado que los controles y las labores
de vigilancia sobre los vehículos que acceden a Marruecos se
hayan intensificados, siendo ahora más estrictos que en
fechas pasadas, cuando la permisividad era bastante mayor.
Así las cosas, la asociación de nueva creación mantuvo ayer
una reunión con el gobernador del Rincón para tratar el
asunto, agregando, además, que se han realizado gestiones
encaminadas a que las autoridades del vecinos país retiren
las multas impuestas. Hasta el momento, el colectivo ha
logrado la retirada de dos. Por último, desde el colectivo
advierten que se tenga al día la tarjeta verde para evitar
problemas a la hora de trasladarse a Marruecos.
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Una vigilancia extrema que se realiza desde hace algo más de
un mes
El problema que están sufriendo
los conductores ceutíes en la frontera con Marruecos al
tener la carta verde, documento obligatorio para conducir un
vehículo en el vecino país, no hace más que corroborrar la
noticia publicada en este diario sobre el desmantelamiento
de una red que se dedicaba a la importación de vehículos a
este país de una manera ilegal.
La red contaba con unlugar en Ceuta en el que se alojaban
los vehículos.
Las autoridades del vecino país tuvieron conocimiento de los
hechos y emprendieron una investigación a fondo para conocer
el alcance del asunto, viéndose implicadas varios
funcionarios e, incluso, su jefe. Todo se basaba en una
presunta adulteración de los trámites necesarios para
obtener la carta verde. A raíz de ello, Marruecos implantó
un sistema de control que ahora es más férreo.
Pese a ello, fuentes consultadas ayer dijeron que la sanción
por estar caducada de 1-30 días la carta verde es de 100-150
euros y de 30 a 60 días, 1.000 euros
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