Es uno de los programas de
televisión que presentan la imagen más agradable de nuestro
país, cuando a la misma hora, en otras programaciones, se
está vendiendo la imagen de lo más íntimo de las personas,
que ellos mismos sacan al aire, a cambio de dinero.
Aquí, en el programa “Entre todos”, que en varias ocasiones
he visto, aunque no haya sido durante mucho rato, se propaga
la idea de una España diferente, la España en la que hay
necesidades que se van solucionando o se van paliando
gracias a la buena voluntad de muchas de las gentes, de las
buenas gentes de nuestras tierras.
Toda la tarde, desde que termina el informativo de las tres
de la tarde, hasta el atardecer, aparecen mil problemas en
escena y gracias a la habilidad y el buen hacer de la
conductora del programa, esos problemas, sin ayuda de los
organismos oficiales, se van solucionando. Mejor dicho se
terminan por solucionar en el propio programa.
Y si siempre fuimos un país, en el que el buen corazón se
impuso a todo lo demás, en la mayor parte de nuestros
habitantes, hoy, cuando ves cualquiera de los telediarios, y
más que informativos parecen secuencias del “capítulo de
sucesos”, con la corrupción asolando grandes áreas de la
sociedad, es bueno que haya alguien que se haya atrevido a
presentar un programa en el que, con sencillez, pero con
mucha garra, se va presentando a docenas y docenas de
jubilados, viudas con una pequeña pensión, gente a la que,
todavía, le quedan unos meses de paro y que todos ellos se
quitan unos euros de esas cortas pensiones para ayudar a
otros que lo necesitan más. Es éste el verdadero programa de
la solidaridad.
Programas como éste son la otra cara de la España de hoy, de
esa España que estamos viviendo. Y es la otra cara frente a
los desalmados, especialmente, de la casta política y sus
aledaños, con algún sindicato incluido, que habiendo hecho
carrera de esta “pseudo democracia” sólo han pensado en
ellos, en apropiarse de lo que no les pertenecía, de evadir
o sacar fuera capitales, mientras otros muchos no tienen ni
lo más imprescindible para poder vivir.
“Entre todos” es el programa de la dignidad, es el programa
que, seguramente, no se adecua a las directrices de la falsa
progresía, pero que se acerca a lo que fue, puede ser y debe
seguir siendo el país en el que estamos viviendo.
Ayer mismo, yo veía como una familia de Albacete pedía ayuda
para poder sufragar los gastos de unos jóvenes padres que
tenían un niño con leucemia en un hospital de Madrid. Y la
gente respondió, como siempre, y de qué manera, con lo que
esa familia podrá, al menos, poder estar, diariamente, al
lado de ese bebé de tan sólo cuatro meses.
Y uno, cuando lo ve, no puede por menos de decir:”ésta sí es
la España que merece la pena vivir”, porque aquí se muestra
la España en la que el “falserío” no aparece y lo que sí
aparecen son las buenas gentes.
Yo estoy seguro de que ese programa, del que estoy hablando,
no tendría mucha publicidad, si estuviera en una cadena en
la que lo que importa es recaudar más y más, aunque sea a
costa de vender el pudor y la intimidad de los famosos o
famosillos.
La sanluqueña Toñi, conductora de “Entre nosotros”, ha
tenido la personalidad y tiene el talante de saber hacer
vivir situaciones, realmente, dramáticas, quitándose de en
medio ese drama, pero siguiendo con la efectividad que se
necesita para saber estar con quienes carecen de casi todo,
sin tener que esperar a lo que debiera ser la obligación de
los organismos oficiales, solucionarlo.
Y por citar a alguien hoy, tenemos que citar a Jordi, de
Barcelona, por su generosidad para con un niño de seis años
que tendrá, gracias a él, solucionadas las sesiones de una
terapia diaria para todo un año.
|