El Gobierno de Vivas está dando
una imagen penosa y lamentable. A la falta de palabra y
compromiso por suplantar labores que corresponden a la
adjudicataria del servicio de limpieza viaria con
trabajadores de Obimace, se suma la competencia desleal que
tiene continuidad con empleados municipales ejerciendo
labores que no les corresponden en el servicio de baldeo y
limpieza urbana, “camuflados”, además, como si fueran
trabajadores de Trace, en un ejercicio diabólico de labores
solapadas que demuestran el talante torticero y vergonzoso
de este Gobierno local.
El Ejecutivo de Juan Vivas, no puede pretender adjudicar un
servicio a la baja y luego, querer resultados óptimos como
si el pliego de condiciones recogiera una serie de
cuestiones de amplísima cobertura. Nadie da duros a pesetas,
se ha dicho siempre y éste no iba a ser el milagro de la
multiplicación de los panes y los peces o la bicoca de
muchísimo más servicio por bastante menos dinero de
adjudicación. Perder la perspectiva de los hechos y del
sentido de la medida, es una torpeza solo justificable en
los torpes o descerebrados, que se creen con potestad como
para dominarlo todo con las peores artes, como sucede en
este caso con Obimace como chivo expiatorio.
Intentar que los trabajadores de la empresa municipal pasen
desapercibidos con indumentaria de “camuflaje” haciendo lo
que no les corresponde, es una maniobra tan burda como
propia de quienes son capaces de vulnerar cualquier
principio o norma. Los sindicatos hacen bien en intervenir
en esta conducta tan fullera. Jugar a hacer trampas no es
edificante en una institución.
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