En mi último artículo mencioné de
soslayo dos informaciones nacionales de envergadura, pero
mis prioridades me llevaron a reflexionar sobre otras
cuestiones de la actualidad informativa local, que
seguramente me pusieron en el disparadero mediático. Hoy,
como no podría ser de otra manera, debo referirme a una
información celebrada por la inmensa mayoría de ciudadanos y
despreciada por quienes propiciaron con sus decisiones la
ruptura de la sociedad española llevándonos a las peores
cifras macroeconómicas de nuestra historia democrática.
La ciudadanía tiene la oportunidad de constatar hoy la
efectividad de las medidas elaboradas, aprobadas y aplicadas
en los últimos dos años por el Gobierno de España del
Partido Popular. Una afirmación, al margen de intereses
partidistas, argumentada, única y exclusivamente, en las
informaciones extraídas en los últimos días de los
principales medios de comunicación del país, incluyendo la
prensa progresista, a pesar del escepticismo mostrado por un
socialismo español empecinado en criticar las decisiones
adoptadas por el Ejecutivo de Mariano Rajoy.
Nadie, absolutamente nadie puede contradecir el hecho cierto
de la disminución por primera vez desde 1989, del número de
desempleados en el mes de noviembre. El número de parados
inscritos en los servicios públicos de empleo registró un
mínimo descenso, de apenas 2.475 personas con respecto a
octubre. Pero lo significativo es que esta reducción se
produce en noviembre, un mes en el que lo habitual es todo
lo contrario. A pesar de estas buenas noticias, la solución
al problema del desempleo está aún lejos de producirse, pero
debemos ser optimistas, sin ninguna duda, estamos en el buen
camino.
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