Una vez más, y como no podía ser
de otra forma, un largo puente se ha dejado notar, y de qué
manera, aquí en Ceuta.
El viernes, por ser fiesta, el panorama que presentaba la
ciudad, en el centro y en las zonas un poco más apartadas,
era el panorama simplemente de una ciudad fantasma, en la
que con todo cerrado y sin nadie, ni de paseo, aparecían
hasta las terrazas, tan traídas y llevadas los últimos días,
sin un alma que se sentara a poderse tomar una simple coca
cola, pongamos por caso.
La caída en las ventas, naturalmente en la hostelería, había
sido tremenda en el primer día, al siguiente ya veremos,
aunque es cierto que el sábado, al haber abierto, al menos,
medio día, se disfrazaba un poco la situación, pero ni en
las horas punta se veía ambiente de compras prenavideñas.
Por lo que respecta a hoy y a mañana, no parece que vaya a
cambiar mucho la situación, con lo que los primeros diez
días del mes los podemos considerar de fracaso comercial y
de hostelería, por un lado, por este largo puente que se ha
llevado a una buena parte de la población fuera de Ceuta, y
por otro lado, porque Ceuta, salvo unas cuantas firmas, muy
pocas, y todas ellas llegadas de fuera, no se ha
acostumbrado a abrir en días festivos. Eso es así.
El puente de la Constitución y la Inmaculada, otra vez, tiró
de los ceutíes para fuera y como del otro lado de la
frontera no parece que tuvieran mucho que festejar, en estos
días, de ahí no vinieron clientes, en tanto que del otro
lado del estrecho hace ya muchos años que dejaron de venir a
comprar, por cuanto tampoco hay nada especial aquí que no lo
tengan en Algeciras, San Fernando, Chiclana o Estepona.
Tenemos que volver a insistir en eso que tantas veces hemos
dicho y es que el atractivo de Ceuta estaría en que los
desplazamientos hasta aquí fueran poco costosos, pero si
partimos del hecho de que una familia, sólo de barco, va a
tener unos gastos de 300 o 400€, para llegar al puerto de
Ceuta, ya me dirán a qué va a venir si, además, los
productos que puede encontrar aquí los va a tener igualmente
en Tarifa, Algeciras, San Lucar de Barrameda ..., con el
ahorro, además, de lo que aquí le iba a costar el barco.
El puente, pues, hace perder a todos y unos que han quedado
estos días casi en “paro” han sido los taxistas que, en la
parada de la Gran Vía, por ejemplo, a media mañana de ayer,
había, constantemente, 9, 10 o incluso más taxis esperando
clientela. Así fue ayer y hoy no creo que varíe mucho.
Claro que lo que comentamos es de estos días pero,
comercialmente, el puente traerá consecuencias para los días
venideros ya que, al haber salido fuera muchas personas,
todo el que haya visto algo interesante para poderlo comprar
lo habrá comprado, con lo que habrá una serie de productos
comprados fuera que se dejarán de vender aquí.
La idea de la que se parte para el descontento, por estos
días del puente es, poco más o menos, así:” Esta fecha es
mortal y estos días festivos juegan en contra de nuestra
ciudad, porque apenas viene gente de fuera y de aquí se van
muchos”.
Y claro, de rebote, la cantinela de siempre que ya hemos
reseñado por dos veces:”Hay que bajar los precios de los
billetes de los barcos, para favorecer el turismo”. Es
cierto esto, nadie lo puede dudar, pero a eso hay que añadir
que, también, habrá que acondicionar el comercio de aquí,
para que sea atractivo comprar en Ceuta, cosa que hoy no lo
es.
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