Dice el refrán que nunca llueve a gusto de todos. Ceuta se
queda casi vacía de gente estos días del puente de la
Constitución y la Inmaculada Concepción. Lo que para unos
puede resultar motivo de alegría, por la tranquilad que esto
aporta, para otros es un calvario, sobre todo para los que
tienen negocios. Aquí hemos recogido algunos testimonios de
diversos colectivos perjudicados por este hecho.
La Ciudad Autónoma volvió a amanecer casi desierta, como
suele pasar cada vez que llega este puente de la
Constitución y la Inmaculada Concepción
Y es que en estos días los ceutíes acostumbran a marcharse,
ya sea a la Península o al vecino Marruecos. Para los que
tienen empresas que dependen en gran medida del turismo,
estas fechas se convierten en una pesadilla pues no hay
apenas gente que visite sus negocios. Este es el caso de
Bartolo propietario del Bazar Número 1, según comentaba para
el Pueblo de Ceuta, “apenas queda gente por las calles. Hay
más personas de Marruecos que ceutíes. En estos días
aprovechan para marcharse fuera y entre eso y que todo el
mundo está tieso, los negocios notamos un gran bajón”,
aseguró con una sonrisa.
Los que tampoco estaban contentos estos días eran algunos
taxistas de la Avenida Alcalde Sánchez Prados, que
refunfuñaban cuando se le preguntó como llevaban el día.
“Ceuta está muy vacía, se nota que apenas hay gente y no
tenemos casi trabajo. De hecho en estos días he reducido las
carreras en más de la mitad”, comentaban.
Lo cierto es que buena parte de las calles, que la mayoría
de los días están abarrotados de gente, presentaban un
aspecto desolador. O por lo menos así lo habrán sentido
todos los que tienen negocios que necesitan ser visitados.
Los encargados de las cafeterías también mostraron su
descontento por la imagen que presenta Ceuta durante el
puente. “Esta fecha es mortal y estos días festivos juegan
en nuestra contra. Apenas viene gente de fuera”.
Algunos de los clientes que en esos momentos se encontraban
en la cafetería aprovecharon la coyuntura para dar su
opinión sobre el tema. “Hay que bajar los precios de los
billetes de los barcos. Si no se favorece al turismo la
gente se queda en su casa. Y para motivar a los de la
Península debemos ofrecer precios atractivos y no pagar la
cantidad tan grande que se paga por un billete de ferry”,
aseguraron.
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