El perímetro fronterizo de Melilla también sufrió ayer por
la mañana un nuevo asalto de inmigrantes, el segundo en
menos de una semana y, al igual que el anterior, a plena luz
del día y en el mismo lugar: la zona cercana al paso
fronterizo de Farhana. Esta vez fueron unos 40 inmigrantes
los que protagonizaron el intento de entrada masiva, de los
que sólo tres consiguieron entrar.
Tal y como se ha informado, uno de los inmigrantes llegó
herido a Melilla, ya que tenía una herida inciso contusa en
el cuero cabelludo, provocada, al parecer, “por un impacto
que sufrió cuando intentaba saltar la valla a causa de un
objeto proveniente desde el lado marroquí”. Y aunque las
fuentes oficiales no han dado más detalles de cómo pudo
provocarse esa herida, sí apuntan que es leve y sólo
requirió un punto de sutura en el Hospital Comarcal, adonde
fue trasladado para recibir asistencia sanitaria tras
producirse el salto, poco después de las diez de la mañana.
Hay que recordar que la valla de Melilla tiene algo más de
seis metros de altura, equivalente a un segundo o tercer
piso en un edificio, y muchos de los que intentan entrar se
precipitan desde arriba por lo rápido que se producen los
asaltos a la valla y la falta de estabilidad en la
infraestructura cuando decenas de personas tratan de
escalarla a la vez. Tal es el peligro, que hace menos de un
mes, el 5 de noviembre, murió un subsahariano al caer desde
los seis metros cuando intentaba saltar la valla junto a
otros 200 en la zona de Tres Forcas. En el caso del
inmigrante de hoy, el pronóstico es leve, igual que el del
guardia civil que también ha resultado herido en un pie al
intentar parar el asalto a la valla, el sexto en apenas un
mes.
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