El Padre Ángel García, presidente y fundador de la ONG
Mensajeros de la Paz, viajó ayer a Melilla para denunciar la
“vergüenza” de las cuchillas colocadas en la valla
fronteriza con Marruecos. “El Papa dijo que Lampedusa fue
una vergüenza, y ésa es la peor palabra que se puede decir”,
ha declarado. Y es que el Padre Ángel teme que se produzca
otra Lampedusa: “No puede ser que se produzcan muertos para
que la gente reaccione”, ha sido el mensaje que le ha
transmitido a la vicepresidenta de la Ciudad. También fue
recibido por Abdelmalik El Barkani, Delegado de Gobierno en
Melilla, que le ha afirmado estar convencido de que puede
haber “otras formas de cooperación con el Tercer Mundo, que
es el que levanta al Primero”.
“Pues retiren las cuchillas”, le ha exhortado el Padre
Ángel, “los que se hieren son los inmigrantes: las mafias no
se suben a las alambradas”, ha dicho.
A continuación, ha visitado el centro de acogida “Gota de
Leche”, donde se ha reunido con el obispo emérito de Málaga,
que se ha sumado a la protesta contra la valla de Melilla:
“Las fronteras son las cicatrices de la Historia. No
deberían existir”, ha declarado.
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