La comunidad israelita de Ceuta celebra hoy la inauguración
del alumbrado público y el acto del encendido de velas con
motivo de la festividad de Januká. El acto tendrá lugar hoy
a las 20.30 horas en la plaza de los Reyes. A continuación
se servirán los dulces típicos de esta tradicional fiesta.
El presidente de la comunidad, León Bentolila, ha explicado
a este diario cuál es la historia de esta festividad. “Hubo
un tiempo, después de que los judíos volvieron de Babilonia
y se construyó el segundo templo, los griegos -que fue una
gran civilización- llegaron a Israel y se establecieron como
fuerza ocupante”. Los griegos, que contaban ya con la
“primera occidentalización, no se inmiscuyeron en el tema
político o de guerra, pero sí propusieron a los judíos que
vivían en la tierra de Israel que cambiaran su forma de vida
por la que querían importar ellos”, como fue el caso del
“gimansio, el culto al cuerpo, la importancia de todo lo que
palpamos... Y que se dejara la espiritualidad de lado”. Las
ideas de los griegos “calaron en parte de la población y
muchos judíos dejaron de practicar la circuncisión y otros
la taparon para participar en las primeras Olimpiadas y
mostrar su cuerpo”.
Bentolila relata que esto supuso en el pueblo una ‘’especie
de clamor’’, ya que ‘’los judíos estaban perdiendo su
identidad’’. “Hubo una pequeña familia, los Hashmonaim” -que
pertenecían al templo, lo que en la actualidad son
sacerdotes o Cohen-, que se levantó en contra de esta
civilización y de una “idea opuesta a la que los judíos
habían heredado de Moisés para vivir en la tierra de
Israel”.
“El milagro verdaderamente es que una pequeña familia pudo
contra un imperio; una vez que se pudo, los griegos fueron
rechazados de Jerusalén y echados del templo; había entonces
que volver a servir en el templo con las leyes que Moisés
nos entregó a los judíos, y había que encender la Menorá; no
había aceite, pero al final encontraron una pequeña
botellita que hubiera dado la medida justa para que la vela
del templo estuviera encendida un día’’, relata, para
agregar que el milagro fue que ‘’la vela duró ocho días’’ y
dio tiempo “suficiente’’ para contar con aceite y tener
encendida la Menorá.
El “milagro”
La Januká recuerda la ‘’vuelta a nuestras leyes y nuestra
manera de vivir, tal y como nos comprometimos en el monte
Sinaí, con Moisés en el medio, entre Dios y nosotros’’, y
por otro lado, se celebra el milagro de que esa botella
durara ocho días.
En relación a la celebración, Bentolila señala que en cada
casa, se tiene la obligación “durante ocho días de encender
la januquía, que tiene ocho velitas, y cada día se enciende
una, hasta el último día que encendemos las ocho’’. A nivel
de comunidad se hace una fiesta y se invita a niños a obras
de teatro y dulces. En la calle, se encenderá hoy la
januquía: “Hacemos lo mismo que en la sinagoga”, comenta el
presidente, quien también relata que en España este acto se
lleva haciendo ‘’cuatro o cinco años’’.
“Se hace en ciudades donde hay judíos, como en Madrid,
Barcelona, Málaga, Torremolinos, Melilla o Ceuta’’. En lo
que respecta a si es una de las fiestas más señaladas en el
calendario judío, Bentolila dice que es una conmemoración
“igual que la de Purim’’. Las dos fueron instauradas mucho
después de que Moisés desapareciera. “No está escrito en
nuestra Torá y está instaurado por los rabinos de aquella
época, de cuando sucedió el milagro’’.
Por otra parte, en la sinagoga se cuenta con un aforo de 670
sillas, aunque ‘’hay gente que entra, sale, que no va o que
no se ha apuntado’’. De ahí que Bentolila calcule que la
comunidad israelita de la ciudad autónoma pueda contar entre
1.200 y 1.300 personas.
Por otro lado, también habla de qué significa ser
representante de esta comunidad: “Ser presidente de algo,
hasta de tu edificio, significa una serie de
responsabilidades”. “Aunque tú accedas a ello o te
presentes, significa que tienes que ser consciente de que
tienes en tu mano un cargo, una preocupación más que añadir
a tu bolsa de preocupaciones y que tienes que sacarlo
adelante’’.
“Ser presidente significa que puede venir una persona que
nunca ha querido venir por la Sinagoga o no hemos sabido que
existiera, viene su mujer y nos dice que su marido ha muerto
y es hebreo; tienes que correr porque ese hombre tenía las
ganas de enterrarse como judío, aunque no hubiera vivido
como tal’’, apostilla.
Bentolila también explica, por ejemplo, que “si unos judíos
vienen de Irán, entren en Marruecos y pasen por Ceuta, hay
que buscarles alojamiento durante cierto tiempo y una
manutención’’.
La comunidad
En definitiva, ser presidente de una comunidad significa que
“es necesario tener el conocimiento del momento en que un
rabino se jubila o se va para buscar a otra persona que
desempeñe la labor”. “También puede ser que tengas que
arbitrar entre dos judíos que tengan un problema para que
vuelvan a ser amigos’’. “Todo esto significa ser presidente
de una comunidad’’, sentencia.
Bentolila también habla acerca del papel que tienen las
administraciones para con las diferentes comunidades
religiosas, tanto en Ceuta como en España. Y es que,
“España, guste mucho o no, es un país católico, aunque la
ley diga que es aconfesional; podrá decir lo que se quiera
pero es un país católico, y tiene todo el derecho y le
asiste todo el derecho para serlo’’. “Nuestros reyes son
católicos, nuestros presidentes de Gobierno son católicos,
nuestros ministros son católicos y juran la Constitución al
lado de un crucifijo’’, comenta el presidente de la
comunidad israelita.
“Si tienden una mano a otras religiones, si se hacen eco de
que existen otras religiones aparte de la católica, creo que
es un gran logro y no creo que haya que ahondar más en
ello’’, relata Bentolila. “El primer derecho que asiste es
el derecho a la herencia católica de este país, y después
estamos las demás confesiones’’. “Con que nos den derecho a
reunirnos para servir a Dios de la manera en que entendemos
cada una de nuestras confesiones, creo que es bastante y si
encima nos apoyan en la medida de lo posible y hoy en día
desgraciadamente merman más para todos, hay que darle
gracias a Dios y no hay que pedir más’’, finaliza.
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