Se han cumplido dos años desde que
el Partido Popular recibiera la confianza mayoritaria de los
españoles para gobernar en solitario en los últimos comicios
celebrados. Los ciudadanos confiaron al nuevo Gobierno la
responsabilidad de gestionar la situación real del país, no
la que decían los dirigentes socialistas, tomando las
decisiones necesarias para sacar a España de la crisis,
propiciando el crecimiento económico y la creación del
empleo. Desde el primer Consejo de Ministros, el Ejecutivo
del Partido Popular, puso en marcha una completa agenda de
reformas.
El camino recorrido no ha sido fácil para los españoles,
pero ha merecido la pena pues finalmente podemos observar
claros signos de recuperación. La recesión económica que
atenazó a la sociedad española durante la segunda
legislatura progresista de José Luis Rodríguez Zapatero y
Alfredo Pérez Rubalcaba, se queda atrás y la salida de la
crisis está cada vez más cerca. La determinación del
Gobierno y el gran esfuerzo realizado por todos los
españoles, permiten ahora observar un futuro mucho más
optimista que el que existía hace dos años. Por cierto,
medidas adoptadas sin la ayuda de quienes contribuyeron con
su incapacidad al agravamiento de la crisis.
Algunos obvian hoy premeditadamente como los anteriores
dirigentes socialistas cuestionaban la sostenibilidad del
estado del bienestar, ponían en duda la continuidad del
sistema público de pensiones y por supuesto, de los
subsidios por desempleo. Circunstancia para nada novedosa
puesto que, la anterior etapa socialista finalizó de la
misma forma. En definitiva, gracias al sacrificio de los
españoles y a la responsabilidad de los actuales dirigentes,
España es hoy un ejemplo para el resto de países miembros de
la Unión Europea, las instituciones internacionales que
antes nos criticaban, hoy nos alaban a pesar de la labor
sibilina del lobby progresista internacional. Sin ninguna
duda, España es un país con futuro dos años después.
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