La finalización de las obras de las 317 viviendas de
protección oficial en la zona de Loma Colmenar está prevista
para “mitades del próximo año”. Desde la Ciudad se barajan
los meses de mayo, junio y julio para acabar con las
actuaciones. El próximo mes de diciembre finalizaba el plazo
de construcción de estas VPO. Sin embargo se solicitó una
ampliación de “siete meses”. Desde la Ciudad se asegura que
los trabajos van “muy bien” y “todos los edificios” tienen
ya las últimas plantas.
La finalización de las obras de las 317 viviendas de
protección oficial en la zona de Loma Colmenar está prevista
para “mitades del próximo año”. Desde la Ciudad se barajan
los meses de mayo, junio y julio para acabar con estas
actuaciones.
El próximo mes de diciembre finalizaba el plazo de
construcción de estas VPO cuya promoción corre a cargo de la
Entidad Pública Empresarial de Suelo (SEPES), pero se
solicitó una ampliación de “siete meses”, según informan
fuentes cercanas de la Administración local, para añadir que
los trabajos en esta promoción “van muy bien”. “Todos los
edificios” se encuentran ya en las últimas plantas, e
incluso se han colocado los revestimientos de ladrillo. En
el interior de las viviendas, se trabaja en la colocación de
losetas en los cuartos de baño y en las cocinas.
La construcción de las 317 VPO no ha estado en estos años
exenta de controversia, ya que en el mes de julio de 2012,
desempleados de la ciudad, convocados por el sindicato
Comisiones Obreras, incluso llegaron a paralizar las obras
durante varios días. Algunos de los parados se encaramaron a
las grúas del recinto cerrado y mientras tanto, el resto de
los manifestantes protestaban en la rotonda cercana al
Hospital Universitario de Ceuta, donde colocaron pancartas
en las que se podía leer “12.000 arados exigen derecho al
trabajo” o “las obras de Ceuta para los ceutíes”. Lo único
que solicitaban entonces era que se les tuviera en cuenta ya
que eran “personas perfectamente cualificadas para hacer
este tipo de trabajo” y no entendía “por qué” se les
“marginaba”.
El Consejo de Administración de SEPES aprobaba el pasado 27
de septiembre de 2011 la adjudicación de las obras de
edificación de su nueva promoción de VPO en Loma Colmenar,
de 317 pisos, a la empresa ‘Vías y Construcciones’, en UTE
(Unión Temporal de Empresas) con las empresas ‘Sociedad
Anónima de Conservación’ y ‘Obras Bluesa’. La adjudicataria
obtenía la máxima puntuación posible, que se da sobre 100
puntos y equivale a un 9,9 sobre 10, según se informaba
entonces desde la entidad a este diario.
Los técnicos de la entidad promotora subrayaron en aquel
momento que la oferta seleccionada, en competencia con otras
23, presentaba “un planteamiento muy riguroso y exahustivo,
que se considera idóneo para el desarrollo del contrato”.
Además, los responsables consideraban que en el análisis
específico del proyecto de obras, así como el proceso
constructivo propuesto por ‘Vías y Construcciones’ era
“altamente profundo y preciso”.
Nueve bloques
En último lugar se señalaba que el apartado medioambiental
del proyecto de la adjudicataria recogía un “análisis y
aplicación al trabajo muy acertados”. Este último punto,
rigió todo el proceso para la promoción de vivienda
protegida por parte de la entidad estatal de suelo en la
ciudad, como es el caso de las 170 VPO, también en Loma
Colmenar, que se entregaron en noviembre de 2011 y que son
fruto del concurso de idas VIVA, convocado al efecto en el
año 2006 por el entonces Ministerio de vivienda para la
construcción de casi 6.000 viviendas de protección oficial
“a la vanguardia de la técnica, de la calidad y de la
sostenibilidad” en seis autonomías.
Las 317 VPO son el segundo conjunto de viviendas protegidas
de mayor tamaño de las seis previstas por SEPES en la
primera fase de Loma Colmenar. El proyecto salió a
licitación con un presupuesto de 36,4 millones de euros (IPSI
incluido) y fue adjudicado por 30.513.600 euros -incluido el
4% de IPSI). La duración estimada de los trabajos era de 24
meses para la construcción en 2,5 hectáreas de nueve bloques
de viviendas, locales comerciales, garajes y trasteros.
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