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La polémica obra de La Marina
sigue dando de que hablar y lejos de ver algún acercamiento
entre el Gobierno y la oposición las posturas se alejan cada
vez más sobre este asunto. A la espera de que la consejera
de Fomento, Susana Román, comparezca próximamente para dar a
conocer los últimos detalles de esta obra catalogada por
muchos como “faraónica”, Caballas ha vuelto a insistir en
que el proyecto que la Ciudad quiere llevar a cabo en el
Paseo de La Marina vulnera el objetivo perseguido por el
Plan Especial de Protección de la Almina, y así se lo ha
hecho saber al presidente de la Ciudad a través de una
misiva. Además de considerar un “despilfarro” el montante
económico que el Ejecutivo destinará a la ejecución de esta
obra, Caballas se mantiene firme en que el Gobierno de Vivas
ha presentado este proyecto por razones de oportunidad
política, no en vano a la vuelta de la esquina nos
encontraremos con unas nuevas elecciones y hay que intentar
restaurar una imagen que se ha visto dañada con los últimos
acontecimientos vividos durante este año y que han puesto en
el ojo del huracán, no sólo al presidente Vivas sino también
a otros componentes de su Equipo de Gobierno. Pero Caballas
no sólo se ciñe en cuestiones políticas para criticar esta
obra, sino que lleva tiempo trabajando y argumentándose para
poder rebatir al Gobierno todo aquello que quiera utilizar
para finalmente ejecutar esta obra. El grupo parlamentario
ha vuelto a insistir en que el proyecto debe catalogarse de
urbanización y por consiguiente exige un periodo de
exposición pública además de alertar que la obra está
proyectada en pleno corazón del ámbito comprendido por el
Plan de Especial Protección de la Almina, por lo que se
vulneraría claramente el objetivo fundamental perseguido por
el Plan en su conjunto. Mientras tanto, la Ciudad hace oídos
sordos a todas estas cuestiones y ha modificado el proyecto
inicial suprimiendo la mediana para decir que el coste de la
obra se ha conseguido reducir en tan sólo 3.000 euros.
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OPINIÓN / EDITORIAL
