Un lazo de margaritas de color violeta se convirtió en el
homenaje que desde el polifuncional ‘Mustafa Mizzian’, en la
barriada de Príncipe Alfonso, se quiso hacer a las víctimas
de violencia de género. Al acto acudieron la consejera de
Asuntos Sociales, Rabea Mohamed, junto a la vicepresidenta
segunda de la Asamblea, Fatima Mohamed. Dos integrantes del
Programa de Intervención Familiar de los Servicios Sociales
Comunitarios fueron las encargadas de leer el manifiesto en
contra de la violencia machista, además de solicitar el
apoyo tanto de los agentes sociales como económicos para
erradicar esta lacra.
Un gran lazo de margaritas violetas cubrió el patio del
polifuncional ‘Mustafa Mizzian’, situado en la barriada de
Príncipe Alfonso. A lo largo de todo el día, se instaló un
punto informativo para que todos los vecinos que quisieran
acercarse, pudieran informarse acerca de la eliminación de
la violencia contra la mujer, puesto que el próximo día 25
se conmemora el Día Internacional para la Eliminación de la
Violencia contra la Mujer. De la mano del Centro de
Servicios Sociales Comunitarios y con información donada por
el Centro Asesor de la Mujer, muchas mujeres no quisieron
faltar a la cita y depositar sus flores, cada una con un
mensaje en contra de la violencia de género.
En este emotivo acto participaron la consejera de Asuntos
Sociales, Rabea Mohamed, junto a la vicepresidenta segunda
de la Asamblea, Fatima Mohamed. El objetivo del ‘stand’ era
el de “prevenir y detectar todas aquellas situaciones de
violencia de género”. Además del ‘stand’ y de la colocación
de las flores, dos usuarias del Programa de Intervención
Familiar de los Servicios Sociales Comunitarios. Tras la
finalización del mismo, hubo un minuto de silencio en
“homenaje a todas las víctimas que sufren violencia de
género”. Desde el polifuncional del Príncipe se recordó que
el próximo lunes tendrá lugar una concentración en la plaza
de la Constitución, a las 13.00 horas, en memoria de las
víctimas y para manifestar la repulsa a la violencia de
género.
“Considerando que hombres y mujeres somos iguales ante la
Ley, considerando que a través de la historia las mujeres
han venido sufriendo una violencia aleatoria masculina
dentro del seno familiar, considerando que debe producirse
un cambio cultural y social para que las propias mujeres no
se sientan culpables de las situaciones penosas que en
ocasiones les toca vivir, hay que criar a nuestros hijos e
hijas en igualdad de condiciones”. Así comenzó el
manifiesto, leído por Samira y Suad.
Y es que “hay que concienciar a las generaciones venideras a
través de patrones de conductas y comportamientos
adecuados”. “En lo que va de año, han muerto en nuestro país
44 mujeres a manos de sus esposos o compañeros bajo el
eslogan cobarde y machista de ‘la maté porque era mía”,
relataron. El compromiso palpable para la defensa de estas
víctimas debe darse desde todos los ámbitos.
En centros escolares
“Ningún ser humano debe ser objeto de violencia alguna;
cuando la agresión viene de la persona que amas o has amado
no hay que sentirse culpable”, señalaron durante la lectura
del manifiesto, e incidieron ambas en que “los medios de
comunicación desempeñan un papel importante para
sensibilizar a la sociedad; los jueces y el Poder Judicial
deberán adoptar las medidas necesarias para hacer cumplir
las penas impuestas a los terroristas conyugales”. En este
sentido se solicitó la “agilización de las sentencias” en
favor de la mejora del entorno de los hijos y “en bien de la
afectada”. El propósito es que “la movilidad de una mujer no
debe depender de los malos tratos de un hombre”.
Por último, se recordó la importancia de “concienciar a los
agentes políticos y sociales para ofrecer mayores recursos
económicos a todas las mujeres víctimas de violencia de
género”. “La violencia es un retroceso en el tiempo, hay que
evolucionar, basta ya”, sentenciaron, para finalizar
solicitando la inclusión en los centros escolares “programas
y proyectos concretos que trabajen de forma transversal la
prevención de violencia de género”.
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