Cuando apenas hace una semana que
el presidente de la naviera Baleária, Adolfo Utor,
presentase el ferry “Poeta López Anglada, que venía a
sustituir al Passió per Formentera, ayer todo quedó sin
efecto. El máximo responsable de la companía, según la nota
de prensa enviada, anunciaba que atendiendo a las peticiones
hechas desde el Gobierno de la Ciudad y de la Delegación del
Gobierno desistía de la idea del cambio de nave, tirando por
tierra la estrategia de aprovechar el “López Anglada” para
transportar pasajeros, vehículos, mercancías y hasta la
basura.
Además de esto, y puede que sea lo más importante, la buena
nueva es que el Passió per Formentera volverá a dormir en
Ceuta y a realizar las cuatro rotaciones de otrora, con lo
que los ceutíes ya saben que en breves fechas volverá a
disponer de transporte hasta la península a las seis de la
mañana y regreso a las once de la noche. Esta, sin duda, es
una buena noticia. Es de esperar que el portavoz de la
Ciudad haya aprendido ya a usar sus poderes extrasensoriales
para enterarse de que ha sido lo que le ha dicho su Gobierno
a Adolfo Utor para que se produzca este cambio tan drástico
de estrategia y se tome este nuevo rumbo.
Pese a ello, Utor dijo ayer una cosa que da que pensar mucho
sobre lo que está sucediendo con la línea marítima de
interés público. Ha recordado que sin los ingresos del
Estado “este buque no es viable económicamente”, mostrando
su interés en concurrir al próximo concurso de la línea,
“aunque con unas condiciones diferentes a las del último
pliego presentado”. Ante esto, queda claro, que de momento
nada de nada sobre la prórroga y habrá que esperar a los
resultados del estudio que hace Marina Mercante y se logra
una mejora en el contrato.
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