Parece el cuento de nunca acabar.
Otra vez las obras de remodelación de la Marina salen a la
palestra, y otra vez con los mismos contendientes.
Coalición Caballas y el Partido Popular no terminan de
ponerse de acuerdo en un proyecto, a casi apenas dos años
para las elecciones a las que Juan Vivas quiere presentarse
nuevamente, que el Gobierno de la Ciudad de Ceuta está
dispuesto a sacar adelante por el método que sea. Está
dispuesto, según Emilio Carreira, a que se convierta en una
realidad aunque sea a base de sangre, sudor y lágrimas,
políticamente hablando claro está.
La última confrontación que surgió con respecto a este
asunto fue el anuncio por parte de la formación local de
poner el caso en manos de los tribunales si no se atendían
sus exigencias. La cuestión se fue encrespando, los
localistas sacaron a la calle una octavilla, muy bien
repartida por la zona del centro por cierto, y el Gobierno
ceutí, a renglón seguido, no haciéndose esperar, salió al
paso nuevamente con su portavoz como abanderado.
La voz del Ejecutivo se hizo notar y en una obra del mejor
cirujano, su portavoz fue diseccionando el contenido de la
octavilla dando buena cuenta del mismo. Un trabajo de lujo.
Pero se echó en falta algo más. Se echó en falta argumentos
que sirvieran de convencimiento no para la clase política,
si no para los ciudadanos. Ahora surge una nueva polémica.
El Plan de Protección de la Muralla de la Almina podría dar
al trastes con el proyecto de remodelación de La Marina.
Está claro que Coalición Caballas ha dado una nueva vuelta
de tuerca al asunto. Habrá que esperar acontecimientos para
conocer que nuevos episodios son los que se proyectan de
este largo culebrón.
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