España y el resto de Europa se
debaten en una continua amenaza sobre las cifras, la
evolución de la economía, el acoso de los representantes de
las Instituciones Económicas de la Comisión Europea, que se
traduce en desconfianza ante lo que presagian las
autoridades políticas y monetarias de nuestro país.
Comprendo que se intente presentar un panorama cada vez más
optimista de nuestra realidad económica, así como del
devenir en las cifras y los parámetros que envuelven el
desarrollo de nuestra economía, pero dos observatorios, a mi
modo de entender, no vislumbran el panorama alentador que
todos desearíamos. Cuando me refiero a dos observatorios
estoy haciendo alusión en primer lugar a los avisos y
aseveraciones preocupantes de la Comisión Europea y más
concretamente de las advertencias del Sr. Olli Rehn, el
“Torquemada” de la Unión Europea, líder de la austeridad y
de los recortes europeos, que amenaza inexorablemente a las
deficiencias de nuestras cifras respecto al incumplimiento
del déficit público, pues las previsiones del 5,9% no se
consideran aceptables.
Junto a lo anterior no se olvidan de los suspensos que no
conseguimos aprobar en otras áreas, el crecimiento de la
deuda pública que va camino del 100%, los desajustes
alarmantes de la deuda privada, desajustes económicos
relacionados con la incesante caída del precio de la
vivienda, los desequilibrios sociales y el grave problema de
ser campeones del desempleo. Pero si preocupantes son las
observaciones de nuestros examinadores europeos, más
preocupante es el segundo observatorio al que hacía alusión
en el párrafo anterior. Este observatorio es la realidad de
la calle, la situación de las familias y de la ciudadanía,
porque de promesas incumplidas estamos saturados. El
ciudadano tiene que ver y palpar en sus bolsillos, en su
domicilio y en sus familiares, que no es una entelequia
pensar en conseguir empleo, especialmente para los más
jóvenes, que cuando se necesita un crédito a nivel personal,
familiar o para cualquier pequeña o mediana empresa no nos
van a cerrar las puertas. Detrás vienen los agujeros que
cada vez se van agrandando en relación a los recortes en
educación, sanidad, los gastos sociales y el peligro que se
cierne sobre las jubilaciones.
No quiero ser agorero de malos presagios, ni por supuesto es
mi intención crear más preocupación e incertidumbre, de la
que desgraciadamente continuamente nos provocan las noticias
que se ceban en la todavía inestable situación económica en
que nos encontramos. Ojalá que los vaticinios que pretende
resaltar nuestro Gobierno sobre la mejora en la salida de la
crisis se llegaran a cumplir, pero los resultados recientes
de la evolución económica de países importantes a nivel
europeo, así como nuestras cifras, no terminan de despejar
el horizonte.
Dando un salto a la situación económica de nuestra ciudad y
centrándonos en los Presupuestos, detrás de las subidas de
tono y grandes complacencias de nuestros máximos dirigentes
en el Gobierno, tenemos que, a mi modo de entender, la
nefasta gestión del Sr. Vivas, nos ha llevado a una elevada
deuda, mientras que nuestra ciudad continúa siendo campeona
a nivel nacional y europeo del desempleo, siendo gravemente
preocupante el paro juvenil.
El responsable económico del PSOE en el Grupo Parlamentario
Socialista, José María Mas, gran socialista y trabajador
incansable, que se ha esforzado con tenacidad, como suele
hacerlo, junto al Secretario General del PSOE, José Antonio
Carracao, para desmontar y demostrar las graves deficiencias
en el proyecto inicial de Presupuestos presentado por el
Gobierno del Sr. Vivas. Como manifestaba el Sr. Carracao,
hay una serie de innumerables razones para oponerse a la
aprobación inicial de los Presupuestos de nuestra ciudad. De
un modo muy selectivo mencionar: Que son unos Presupuestos
desenfocados e irreales, pues el desempleo, la pobreza y la
desigualdad aumentan cada año. No dan respuesta al 40% de
los ciudadanos que se encuentran próximos al umbral de la
pobreza, ni a las decenas de miles de parados que
irreductiblemente siguen sin encontrar empleo, mientras las
obras de la Marina se llevan una elevada cantidad del total
de infraestructuras presupuestadas. Sin embargo, se producen
incrementos desorbitados en alumbrado ornamental y en gastos
de festejos, así como el elevado presupuesto de las
subvenciones que necesitarían un análisis, reflexión y
control de las donaciones entregadas, mientras quedan
infravaloradas las ayudas a la mujer, sanidad, asuntos
sociales, juventud, vivienda…, así como la necesidad de un
mayor equilibrio en la atención de las prioridades globales
y en profundidad de las barriadas más necesitadas…
Mencionaba en el título del artículo: “Cambio de rumbo ante
la incertidumbre económica”. Ese cambio de rumbo es
imprescindible y necesario en nuestra política económica
local, nacional y europea. Desgraciadamente en los tres
ámbitos prevalecen políticas de la misma corriente
ideológica, porque efectivamente esas políticas responden a
motivos ideológicos de una política conservadora que no
favorece la cohesión social, pero pienso que no debemos
resignarnos, no podemos caer en el pesimismo y la
desesperanza, existen otras políticas alternativas. Sus
representantes no tienen que tener complejo alguno en
defenderlas, porque como decía Felipe González en la
recientemente celebrada Conferencia Política Socialista,
todavía no ha superado el Gobierno del Sr. Rajoy ninguna de
las cifras del anterior Gobierno. Con toda seguridad saldrán
a responsabilizarlo de todo lo que está sucediendo ahora.
Las responsabilidades son de los Gobiernos actuales, que
prometieron lo que prometieron y ya sabemos lo que están
haciendo desde que están en el poder.
Como decía Felipe González, y quedó reflejado en las
conclusiones de dicha Conferencia, donde participaron a lo
largo de un año cientos de miles de ciudadanos; ”es
necesaria una economía de cohesión social, que favorezca el
crecimiento y la creación de empleo”. Desactivar los
convenios de empresa y los colectivos. Derogar la Reforma
Laboral. Establecimiento de una Ley de igualdad salarial,
que impida a la mujer tener que trabajar más,
aproximadamente un 22%, para equipararse al hombre.
Recuperar y fortalecer el diálogo. Equiparar los permisos de
maternidad y paternidad. Conseguir la universalización de la
educación de 0 a 3 años. Respecto al esfuerzo, que el
Gobierno intensifique y cambie de rumbo, para que todos los
ciudadanos salgan favorecidos. Por ejemplo, si a la Banca –
que no a los empleados de las entidades bancarias – se le ha
ayudado con aproximadamente cuarenta mil millones de
pesetas, ¿qué pasa con el resto de los ciudadanos?. Cambio
de la Reforma Fiscal, cambio en la tendencia de quién paga
más y menos. Políticas sociales más equitativas…
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