Cada vez se va complicando más eso
de tener que actuar en las selecciones de tus
correspondientes países y esa complicación viene porque no
es nada decente, ni potable que, “un jeta” cualquiera,
presidente o con otro cargo en la selección de su país,
decida concertar un encuentro amistoso, en el fin del mundo
y que los profesionales, que están bien pagados por sus
clubes, tengan que ser cedidos gratis por parte de ese club.
Otra cosa son las gratificaciones, muy sabrosas a los
jugadores.
Ha llegado el momento de que todo ese “cariño” por los
colores vaya acompañado y recompensado por algo positivo
para la “patronal” de “esos trabajadores” que es la que pone
la “mano de obra” para que las federaciones cojan el dinero.
Hace años eran, especialmente, los brasileños y los
argentinos los que más se desvivían por sus colores de
selección y eran capaces de dejar a su propio club con medio
campeonato perdido, con tal de ellos ir a “defender” los
colores de su combinado nacional.
Hoy, ya no son sólo argentinos, uruguayos o brasileños los
que se desviven por su selección, hoy, por aquello de que
formar parte de una selección nacional se revaloriza mucho
más un futbolista, está pensando más en su selección que en
el equipo que le paga, porque además de estar
revalorizándose, al ir a la selección, adquiere otras
sabrosas ganancias por haber formado parte del combinado de
su país.
Hasta aquí, todo muy bien, a cada uno que le paguen por su
trabajo, pero lo malo del asunto es que por esas “horas
extras”, que el jugador cobra, si hay un percance, en un
encuentro, y se lesiona un jugador, quien tiene que pagar
“esa juerga” es el club al que pertenece el futbolista.
Cuando estoy escribiendo, aún, no se ha jugado el
España-Guinea Ecuatorial, un partido amistoso que no ha
agradado a media España, por aquello del régimen imperante
en Guinea.
Espero y deseo que, en este encuentro, no haya percance
alguno, pero a estas horas ya se jugó ayer otro amistoso que
enfrentó a Italia y a Alemania y en este “bolo” de ambas
selecciones cayó lesionado de gravedad el jugador alemán ,
que pertenece al Real Madrid, Khedira.
La situación es tan grave que el jugador madridista se
perderá todo lo que queda aún por disputarse de la
temporada. ¿Qué tiene que decir ahora el Madrid?.
Posiblemente no diga nada, a lo sumo lo que tendrá que hacer
es contratar otro jugador ahora mismo, eso sí se lo
permitirían y seguir pagando a Khedira que ninguna culpa
tiene de que le llamaran y menos de que ahora se queda en el
dique seco.
Estas estructuras del fútbol de hoy no parecen apropiadas al
siglo XXI, las cosas hay que verlas así porque, en cualquier
tipo de empresa, un trabajador no puede prestarse “por la
cara” a otra empresa o a una ONG y si se rompe tener que
seguir pagándole.
Si la lesión de Khedira se hubiera dado el pasado fin de
semana, jugando en su propio equipo, estaríamos de acuerdo
en que ahora mismo el Madrid ya le hubiera renovado
automáticamente, en este caso, sin embargo, no sería yo el
que dijera que le tiene que seguir pagando, tras haberse
lesionado con los alemanes.
No sé qué va a reclamar el Madrid, si es que reclama algo,
pero lo que sí queda claro es que los clubes, empresas muy
fuertes, no tienen casi nada suyo, porque su principal
activo, los jugadores, están siempre a disposición de que un
seleccionador diga:”para este encuentro te necesito”. Y es
que, hace 30 años se jugaban pocos encuentros
internacionales, pero ahora las selecciones están metidas, a
cada instante, en una nueva competición. Esto, repito, es
algo atípico, en el mundo en el que vivimos hoy.
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