Para EQUO-Caballas la sentencia conocida sobre el Prestige,
11 años después de que se produjera la catástrofe, que
absuelve a las personas juzgadas (solo hay una condena leve
al capitán del barco por desobediencia) es absolutamente
incomprensible y abre una importante brecha en la
credibilidad de nuestro sistema de justicia, ya de por sí
bastante desprestigiado. EQUO ha afirmado que ya fue un
escándalo el hecho de que no se sentaran en el banquillos
los principales responsables políticos y empresariales del
desastre y que esta desastrosa sentencia, que llega a avalar
la decisión de alejar el barco, evidencia aún más la falta
de justicia en este asunto.
En este sentido, para EQUO-Caballas hay claras
responsabilidades por parte del entonces vicepresidente del
gobierno, Mariano Rajoy, el propio Presidente del gobierno
José María Aznar y sobre todo el Ministro de Fomento.
Francisco Álvarez Cascos. Tres cargos políticos que
destacaron por su pésima gestión, a espaldas de la
ciudadanía y por la toma de decisiones negligentes que
ocasionaron consecuencias gravísimas para el medio ambiente
y las personas.
Asimismo, también deberían haber sido juzgados los máximos
responsables de la empresa; que han estado ausentes de forma
incomprensible en el proceso, por lo que el juicio desde el
principio apuntaba muy bajo.
En definitiva para EQUO-Caballas esta sentencia es un
bofetón para los miles voluntarios que se lanzaron a limpiar
la costa gallega ante la inoperancia de la Administración y
para las familias que vieron amenazado su medio de vida por
la contaminación durante años del mar y las costas; al
tiempo que lanza un mensaje escalofriante de impunidad muy
peligroso.
Por todo ello, EQUO y Caballas expresamos nuestro total
rechazo a la sentencia y al desarrollo del proceso judicial
tal y como ha tenido lugar ya que desde el principio se ha
rehusado entrar en el fondo de la cuestión y se ha optado
por no profundizar en los hecho ocurridos.
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