Pero esto no es Suresnes, desde
entonces ya han pasado muchos años, y en esos años “se ha
tocado pelo”, con mucha frecuencia.
Ahora, porque las cosas han cambiado, a ninguno de los
políticos de la progresía barata, ni de los otros, se les
ocurriría ir a dar un “meeting” con la chaqueta de pana,
algo que exhibieron los Felipe González o Alfonso Guerra,
como síntoma de la llegada de gentes nuevas que venían a
cambiar la faz de España.
La chaqueta de pana duró hasta que se hicieron famosos en el
poder, la usaron mientras entraban, pero, una vez dentro,
pronto se abandonó tan preciada prenda y, como todos los
demás, comenzaron a usar trajes de marca, aunque fueran más
caros.
Es el correr de los tiempos y ahora, cuando alguien decía,
hace un par de semanas, que el PSOE quería irse más a la
izquierda, dentro del propio partido, uno de los que, al
menos, fue peso pesado, como es el caso de Bono, no sentía
ningún tipo de pudor al afirmar que él iría primero con el
PP que con Cayo Lara. Todo queda dicho aquí. No es invención
de la prensa, son palabras de Bono.
Y buenas razones tiene Bono para pensar y actuar así, puesto
que, como ex componente del Gobierno, ha experimentado en
sus propias carnes de qué son capaces los unos y los otros,
y creo que acercarse el PSOE a IU sería terminar de romper
su marcha deambulante y perder una parte más de lo que les
va quedando, que tampoco es mucho.
IU y PSOE, salvo en el “pesebre” de Andalucía (pero ese es
otro cantar muy difícil de comprender), no pueden marchar
cogidos de la mano, porque unos, aunque hayan tenido
errores, saben lo que es tener poder y gestionar ese poder
para mejor de todos, mientras que los otros son unos simples
iluminados que, a las primeras de cambio, dejarían con las
posaderas al aire a sus aliados y saltarían como desbocados
sobre lo que hay, para empezar con sus experimentos.
Tras la Conferencia Política del PSOE, uno no ve muy claro
hacia donde pueden ir, porque, todavía, hay demasiados
gallos en un solo corral y nadie va a querer ceder su
terreno al adversario, ni ser segundo, ante un primero con
el que no iría ni a “robar peras”. Eso está más que claro
dentro del propio PSOE.
Lo de las primarias será otro intento de lavar la cara del
partido, un partido que de la mano de Rubalcaba jamás puede
llegar a buen puerto, cosa que sabe el propio Rubalcaba y
todo el PSOE.
Y como él lo sabe, no va a querer soltar el timón hasta que
no haya quedado varado en la orilla. Eso está muy claro para
todos allí.
Pesos pesados, hoy no los hay en el PSOE, primeros
jefecillos sí que los hay por docenas, desde Tomás González
hasta la mismísima “Chacón”, pasando por algo de Andalucía,
pero el hecho de que haya esos jefecillos no quiere decir
que pueda saltar ninguno de ellos a la arena, no digo para
ganar, sino para “hacer sombra” dignamente al que vaya a
poder formar Gobierno.
Qué ocasión tan propicia está desaprovechando el PSOE, en
los momentos más tibios y flojos del PP en el poder. Y es
que, estando como están los unos y los otros, larga vida le
puede quedar al PP al frente de las instituciones más
importantes del país. Es como se ve desde dentro y desde
fuera, pero ni buscando por los rincones más escondidos
aparece alguien que pueda ser el que reemplace, con otras
siglas a Rajoy, y lo mismo sucede en la mayor parte de las
autonomías. No hay otra cosa.
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