La Dirección General de la Policía está trabajando en la
próxima implantación de una “frontera inteligente” entre
Melilla y Marruecos en el paso de Beni-Enzar, lo que
permitirá agilizar el paso de vehículos y personas
garantizando un máximo nivel de seguridad. Cosidó ha dicho
que esa obra va a suponer “un gran avance” y permitirá ganar
mucho en fluidez.
Esta actuación fue anunciada ayer por el director general de
la Policía, Ignacio Cosidó, que se desplazó a Melilla junto
al comisario general de Extranjería y Fronteras, Emilio Baos,
del que ha dicho que va a liderar dicho proyecto. En
declaraciones a los periodistas, explicó que se trata de un
proyecto paralelo al que la Secretaría de Estado de
Seguridad ha emprendido para remodelar de forma integral el
principal paso fronterizo entre Melilla y Marruecos, cuyas
obras empezarán en enero y que se encuentra ahora en
licitación, con una inversión superior a 1,8 millones de
euros.
Cosidó ha dicho que esa obra va a suponer “un gran avance” y
permitirá ganar mucho en fluidez, mérito que ha atribuido a
la Delegación del Gobierno, que “ha trabajado muchísimo para
mejorar las infraestructuras físicas de la frontera”.
Sin embargo, anunció que de forma paralela a esta actuación
la Dirección General de la Policía está trabajando en la
implantación de una frontera inteligente, cuyo proyecto se
basa en el uso de nuevas tecnologías para llevar a cabo un
control electrónico de todas las matrículas, pasaportes
electrónicos y tarjetas.
La instalación de esos dispositivos reconocerán las
fotografías y huellas dactilares de la documentación de una
forma prácticamente automatizada, permitiendo que las
personas que quieran cruzar la frontera y tengan esos
documentos en regla puedan pasar de una forma “lo más fácil,
rápida y cómoda posible”, pero con un nivel máximo de
seguridad.
Además, esto también será beneficioso para los agentes
policiales, que tendrán una intervención “más selectiva”, de
manera que sólo intervenga cuando haya algún problema
documental.
Cosidó, que visitó hoy los pasos de Beni-Enzar y Barrio
Chino, así como la valla que separa Melilla de Marruecos,
afirmó que “la seguridad de un país depende en muy buena
medida de la seguridad de sus fronteras”, lo cual también se
cumple en Melilla.
Ignacio Cosidó ha anunciado igualmente que el Ministerio del
Interior “está estudiando modificar los catálogos de
trabajo” para mejorar la remuneración de los agentes “que
prestan su servicio en la frontera”. Por último, ha indicado
que con las mejoras que se experimentará en el puesto
fronterizo servirán para mejorar las condiciones de
seguridad de los propios agentes frente a las agresiones que
han sufrido en este tiempo desde la denominada “tierra de
nadie”, agresiones que ha tachado como “repudiables y
condenables”.
Delincuencia
Por otro lado, Ignacio Cosidó, calificó a Melilla como una
ciudad segura, con una tasa de delincuencia ligeramente por
debajo de la media nacional, y dejó claro que es “una
prioridad” tanto para el Ministerio del Interior como para
el departamento que lidera.
A preguntas de los periodistas, Cosidó reconoció que se
había quedado impresionado al analizar los datos que le han
facilitado durante la reunión de trabajo “intensa” que ha
mantenido en la Jefatura Superior de la ciudad autónoma, ya
que la eficacia policial de la plantilla melillense es 20
puntos superior a la media nacional.
Sí ha reconocido que se ha dado un “pequeño incremento” de
la criminalidad en Melilla, debido a que Interior ha
empezado a registrar en sus balances los delitos conocidos
por las policías municipales, muchas veces referidos a
delitos de tráfico, que antes no se incluían en las
estadísticas.
No obstante, “ni siquiera con ello estamos en cifras de
crecimiento positivo en lo que va de año”, ha dicho Cosidó,
que ha recordado que también ha aumentado una nueva
tipología delictiva relacionada con la falsificación de
documentos, que son en torno a 200 nuevos delitos que antes
no estaban tipificados como tales e influye en el alza
delictiva.
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