Alberto Ruiz Gallardón, ministro de Justicia, se mostró
afable y bromista durante su recorrido por las dependencias
de la Audiencia Provincial y por el exterior del antiguo
Banco de España. Llegó con retraso, según el horario
previsto para su visita al edifico del Ceuta Center, en cuya
segunda planta, se celebraba en esos momentos (17,30 horas)
una audiencia juzgándose un caso de supuesto blanqueo de
dinero. La Secretaria de Gobierno de Justicia, Josefa Vilar
Mendieta, en esa segunda planta le informó que se estaba
celebrando un juicio, interesándose el ministro de Justicia
por los horarios.
-¿También tenéis juicios por las tardes?- preguntó.
-Sí. Los lunes, martes y miércoles, en doble sesión de
mañana y tarde, respondió Josefa Vilar.
La comitiva, que había subido por las escaleras del edificio
y que encabezaban el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, el
delegado del Gobierno, Francisco Antonio González Pérez y el
secretario general del Ministerio, Joaquín Silguero, accedió
a los despachos.
Se interesó por el funcionamiento de la nueva Oficina
Judicial, asunto por el que informó Josefa Vilar: “Hay que
mejorar cosas pero estamos trabajando con normalidad”.
Insistió sobre el funcionamiento el ministro y Josefa Vilar,
ahondo en el tema: “Hay gente resistente a los cambios, que
son bastante inmovilistas, pero los hechos nos dan la razón
y ahora mismo estamos a cero expedientes de registrar. Hemos
tenido dos semanas de parón por el traslado, pero han
felicitado a los compañeros”.
Intervino el secretario general del Ministerio, que había
seguido el proceso de puesta en marcha de cerca, quien
terció: “En sólo un mes se ha hecho lo que en otros sitios
llevó dos. El indicador ha salido mejor que en otros
lugares”.
El ministro siguió con interés todas las explicaciones y no
cesaba de formular preguntas. “Esperamos mejorar en las
aplicaciones informáticas”, manifestó Josefa Vilar.
Durante la visita, se acercaron al ministro y sus
acompañantes, la decana del Colegio de Abogados de Ceuta,
Isabel Valriberas, quien dijo al ministro: ”Solicitamos su
apoyo para el ejercicio profesional. Queremos que la Ley de
Colegios Profesionales nos trate bien”. El ministro se hizo
un poco el distraído para no comprometerse pero Isabel
Valriberas quedó satisfecha de haberle dicho al ministro lo
que quería y que éste le entendiera como ella pretendía.
También abordó a Ruiz Gallardón, Luisa Soraya Toro Vilches,
representante de los procuradores, quien pretendía dirigirse
al ministro de Justicia, pero éste eludió cualquier
conversación, recurriendo a la simpatía: “No os podéis
imaginar lo persistente que es el presidente de la Ciudad
hablándome de vosotros”. Y todos rieron la ocurrencia
ministerial al señalar que Juan Vivas defendía los intereses
del colectivo de abogados y procuradores.
En el “corrillo” que formaron el ministro, el presidente de
la Ciudad, el delegado del Gobierno, y el secretario general
del Ministerio, Ruiz Gallardón, en tono distendido, indicó a
este último: “Presentamos el proyecto de reforma del Banco
de España en esta legislatura para albergar a todos los
organismos del Palacio de Justicia. No me vayas a dejar en
mal lugar (bromeó)”.
A continuación, Josefa Vilar le presentó al ministro a los
dos directores de las secciones generales: Andrés Díez y
Pablo Jiménez. Una presentación elogio de Josefa Vilar: “Si
no hay gente implicada, las cosas no funcionan”.
La despedida de Ruiz Gallardón de Isabel Valriberas fue muy
contundente: ”Decana, me quedo encantado”.
La comitiva, siguió el recorrido hacia el antiguo Banco de
España, pasando por la plaza de la Manzana del Revellín y
entrando en la Plaza de España. Ruiz Gallardón sólo pudo
observar la edificación desde el exterior y se interesó por
los edificios aledaños, que se le informó que eran
militares. También informaron al ministro, en este caso, el
delegado del Gobierno, que el estado de conservación es muy
bueno, y que cuenta con suelos de mármol, lo que provocó el
comentario del ministro: “La verdad es que es muy bonito. Me
ha gustado mucho.” “Debió de ser un edificio fortísimo,
comentó González Pérez sonriendo por su alusión a la
seguridad que requería antaño por razones obvias.”
El recorrido siguió alrededor de la manzana del edificio,
para observar éste desde distintos angulos; después, la
comitiva volvió a la calle Real para dirigirse a la
Delegación del Gobierno, no sin antes, admirar el ministro
el edificio de los Dragones, primero desde el Casino Militar
y después, debajo del propio edificio donde se hizo una foto
con sus acompañantes.
Y como iba de fotos de recuerdo, a instancias de algún
periodista, también accedió el ministro a inmortalizar el
momento de su presencia entre nosotros y se fotografió con
los periodistas que cubrían el recorrido en la Plaza de los
Reyes con la Delegación del Gobierno como fondo. Incluso, el
propio delegado del Gobierno, Francisco Antonio González
Pérez hizo de fotógrafo.
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