El presidente de la naviera Baleária, Adolfo Utor,
presentó ayer el buque Poeta López Anglada en una estrategia
perfectamente diseñada para rentabilizar la línea que une
Ceuta y Algeciras. El responsable de la compañía no tuvo
problemas a la hora de reconocer que negocia la compra de
las acciones de la empresa Benzú-Stamp.
Baleária presentó ayer el nuevo buque que incorpora a
naviera a la línea entre Ceuta y Algeciras. El ferry Poeta
López de Anglada, como así se denomina la nueva nave, viene
a sustituir al Passió per Formentera, que a partir de ahora
entrará en dique ya que tiene que realizar la inspección
técnica periódica.
Con 133 metros de eslora, 22,5 metros de manga, el López
Anglada tiene una capacidad de 1.257 pasajeros, 457 más que
su antecesor y tiene capacidad para trasportar 300, 205 más
que la que tenía el Passió per Formentera. En lo que se
refiere a las bodegas, la nueva embarcación cuenta con 780
metros lineales, mientras que el anterior solo contaba con
trescientos.
La acción llevada a cabo por la compañía viene a responder a
las necesidades de servicio y precio que tiene la ciudad,
según explicó el presidente, Adolfo Utor, de la compañía en
rueda de prensa.
El estudio al que se sometió al anterior embarcación, con la
política tarifaria exigida en el nuevo contrato que sacó a
concurso el Ministerio de Fomento a través de la Dirección
General de la Marina Mercante hacía inviable seguir con el
Passió per Formentera en esta línea, “de ahí que no nos
presentásemos al concurso”.
Pero quizá lo más importante es que la naviera ha presentado
una estrategia comercial completa que le puede permitir,
incluso bajar los precios de los billetes, algo que se
decidió en una reunión urgente celebrada en la misma tarde
de ayer, según el responsable de la compañía.
El presidente de Baleária reconoció que han existido
contactos con la naviera Stamp, que es la que tiene en su
poder la concesión para el traslado de los residuos sólidos.
Una empresa que está participada al cincuenta por ciento por
Benzú Stamp, mientras que el otro cincuenta corresponde a
Marítima Partida y Paulete.
Utor no tuvo problemas en reconocer que existe una oferta de
compra de la empresa Benzú-Stamp, con lo que se haría con el
cincuenta por ciento de la misma, aunque tampoco es
descartable que también le realice otra oferta a Marítima
Partida y Paulete, que son los propietarios del otro
cincuenta.
Todo esto queda pendiente a que lo autorice la Comisión
Nacional de la Competencia, aunque Utor dejó claro que no es
la primera vez que ellos se dirigen a este organismo para
resolver asuntos de este calado.
Siguiendo con la descripción del buque, Utor explicó que se
trata uno que tiene la suficiente capacidad, tanto en
bodega, como en pasaje como en vehículo para en un momento
dado estar “en condiciones de presentarse a un futuro
concurso”. Las palabras del presidente dejan a las claras,
por tanto, que la maniobra comercial realizada es completa.
Por un lado, la operación de la compra de la naviera Stamp
mete a Baleária en un negocio que hasta ahora no
participaba, que es el del transporte de los residuos
sólidos urbanos hasta la península, en concreto hasta el
vertedero del Campo de Gibraltar y por otro, aumentar la
capacidad de transporte de viajeros y de vehículos, optando
por acudir al concurso que a finales del verano quedó
desierto.
El coste de explotación del López Anglada es muy similar al
del Passió per Formentera, dijo Utor, quién añadió que este
nuevo barco no tiene costes de amortización pero si tiene un
coste mayor de combustible y tripulación, lo que lo hace
similar al que anteriormente estaba en esta línea.
La diferencia es que el López de Anglada tiene más
capacidad, “y ello supone estar en condiciones de ser mejor
optimizado y de poder concentrar un mayor número de
vehículos, de camiones, de mercancías y a un nivel tarifario
se mejor que el que venía estando el Passió per Formetera.
Puede ser más sostenible económicamente”, dijo el
presidente.
Todo parte, dijo el dirigente de Balearia, del momento en
que se queda desierto el concurso licitación de la línea
marítima de interés público del Estrecho, “ya que al ser más
optimizado, los precios de los billetes se pueden acercar
más a los exigidos en las condiciones del concurso
licitación”.
Utor también reconoció que habían pensado en otros buques de
la flota, como por ejemplo el Alhucemas, de nueva
construcción, pero que era un barco excesivo para la línea,
ya que “tiene dos veces la capacidad de este buque”.
El que más se podía adaptar a la realidad era “el López de
Anglada”, añadió el presidente, “un buque probado por la
compañía, ya que ha estado trabajando casi dos años en la
línea Denia- Ibiza”.
Otro apartado destacado por el presidente fue el de
navegabilidad, aduciendo que responde muy bien en
condiciones climatológicas duras, ya que “está dotado de un
sistema de estabilización muy eficaz y que navega en
cualquier condición de mar”.
“Tenemos muy claro que quién decide en esto no es la
compañía sino el mercado; son los clientes”, agregó.
Utor pasó a despejar dudas sobre todo lo que se ha venido
publicando en relación a la unión de navieras y de presuntas
implicaciones de algunos estamentos oficiales en todo lo
relativo a la línea marítima. En este sentido, el presidente
dijo que “es cierto que han existido conversaciones con otra
naviera, pero es radicamente incierto que se hayan alcanzado
ningún acuerdo”.
Utor agregó que los propietarios de “una naviera propietaria
del cincuenta por ciento de la compañía Benzú Stamp fueron
lo que se acercaron a nosotros a ofrecer el 50% de la
naviera Benzú Stamp”. Ante tal ofrecimiento, Baleária lo
estudia, “aunque no hemos alcanzado ningún acuerdo de
compra, ya que no tenemos la autorización de la Comisión
Nacional de la Competencia”. Pese a ello, Utor se reafirmó
en que es cierto que “hemos estudido la compra del 50% de
Benzú Stamp”.
El presidente de la naviera también reconoció que
especularon con la posibilidad de hablar con el otro
accionista “y obtuvimos una respuesta positiva”.
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