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La Ciudad Autónoma de Ceuta no
gana para conflictos y el presidente, Juan Vivas, tampoco.
Por si no tuviera ya demasiados asuntos polémicos sobre la
mesa, amén de los casos judicializados, ahora resulta que se
descubre fotográficamente como prueba irrefutable, que los
empleados de la empresa municipal Obimace, hacen funciones
que corresponden a los trabajadores especializados de la
adjudicataria del servicio de limpieza viaría y residuos,
Trace. Un asunto que trae consigo un planteamiento serio y
preocupante: la posibilidad de una huelga si persiste la
situación con Obimace haciendo labores que no son de su
competencia.
Este hecho que, por repetitivo no ha sido solucionado, llevó
a justificarse por parte del Gobierno de Vivas como un
“malentendido”, que en las actuales circunstancias persiste
con el discurrir del tiempo y que hoy será puesto sobre la
mesa en la reunión que mantendrá el Comité de Empresa de
Trace con él, por delegación de Juan Vivas que no ha querido
descender a la ciénaga para no renunciar al peso da la
púrpura, pese a que fue a él a quien solicitaron la
entrevista los representantes de los trabajadores. Sin
embargo, como ya tendrá instrucciones Castañeda de Vivas,
hay que entender que habla por boca de éste cuanto diga al
Comité de Empresa de Trace.
No parece ni prudente, ni inteligente ni tampoco acertado,
abrir un nuevo foco de conflicto por la torpeza de atribuir
competencias que no le corresponden a Obimace. ¿No sería
mejor ampliar los servicios de Trace y desarrollar los
cometidos por profesionales? ¿Tan difíciles son los
razonamientos lógicos?
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OPINIÓN / EDITORIAL
