Si mal no recuerdo, porque quizás
las neuronas me están empezando a patinar, cuando se llevó a
cabo la alianza entre el partido de Mohamed Alí y Aróstegui,
creándose Caballas le dije, desde esta misma página a Alí
que había cometido un gran error, pues ello sólo redundaría
en beneficio de Aróstegui, con lo que él podría quedar
relegado a un segundo término. Vamos, en término ciclista a
ser, simple y llanamente un gregario a las órdenes de su
jefe de filas. Aróstegui.
Eso, como otras tantas cosas que he venido escribiendo, con
el paso del tiempo me han venido a dar la razón. Hoy por
hoy, si se habla de Caballas, todos lo asocian de forma
rápida a Aróstegui como si él fuese el líder del partido,
Ya, en estos momentos, casi nadie se acuerda de que gracias
al partido que lideraba Alí, Aróstegui consiguió el escaño
en las municipales.
Sólo se sabe de Alí, por alguna que otra información en
algún Pleno, con más pena que gloria, ofrecen los medios de
comunicación, no como el líder del partido, sino como
alguien relegado a un segundo plano. Pues toda la
información importante a la que los medios le dedican un
mayor interés es a la intervención de Aróstegui.
Una pena que no me hiciese caso en su momento, y se haya
dejado ganar el terreno, de tal forma que, al parece, hoy
día, poco pinta en el partido desde ese segundo plano al que
ha sido enviado por su socio.
Y digo que es una pena, porque Alí llevaba una carera
importante en la política ceutí, con unas muy buenas
intervenciones en los Plenos y con las ideas muy claras
sobre lo que quería su partido. Un partido, donde sus
seguidores van a tener problemas para volverle a votar, en
las próximas elecciones municipales, como líder del mismo,
ante las circunstancias que se están dando, al haber pasado
a un segundo plano.
Quizás se produzca una gran perdida de votos, porque su
partido no votará a Aróstegui como su líder. Cosa, por
supuesto, que favorecerá a otros partidos que se presenten a
esas elecciones municipales.
El problema más grande que se les presentan a los mediocres
es que ante los aplausos de otros más mediocres que ellos,
se llegan a creer que son las supremas inteligencias
políticas del mundo mundial. Y ni te cueto, serrana del alma
mía, si padecen el síndrome de la egolatría. Ya, en ese
momento, no hay quienes los paren.
Puede ser el caso de la suprema inteligencia política ceutí
del mundo mundial, que después de él, si se marcha de la
política sólo existe el caos, para nuestra tierra. Por
supuesto no se acuerda de su maravillosa e inigualable
gestión cuando tuvo cargo fe importancia en el Ayuntamiento
ceutí. Para llorar.
Los ególatras son de tal magnitud, que se meten en una
cabina telefónica, echan una moneda, descuelgan y preguntan
¿quién es el político mas grande del mundo mundial?: Sólo
por escuchar al auricular decir “Tu – tu – tu- tu”. Cosas
digo, tú.
Por cierto, señor Aróstegui, todos los proyectos de
urbanización, son obras. Y al periódico de la Ciudad se
referirá usted al “Decano”, donde usted sigue escribiendo
siempre lo mismo desde hace años.
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