Las redes sociales que, lo queramos o no, son el barómetro
extraoficial de la opinión pública, en este caso, de Ceuta,
arden desde hace unos meses. El motivo no es otro que el
agua que las cubas de limpieza derraman sin control en
nuestras carreteras y que, por lo que vemos, actúa como
gasolina y extiende el fuego de la ira y la indignación
entre los usuarios de Facebook y Twitter por toda la ciudad.
Los comentarios, algunos realmente airados, son cientos cada
vez que alguien comparte una fotografía en la que se puede
apreciar claramente, como ocurre en la que acompaña estas
letras, que las cubas de limpieza van dejando un rastro de
agua, en algunos casos jabonosa, en las carreteras por las
que pasan.
Ciclistas, motociclistas e incluso peatones, expresan su
indignación por esta actuación que podemos catalogar como
imprudente e incluso negligente. Los usuarios de redes
sociales se hacen las siguientes preguntas: “¿Cómo es
posible que se permita esta situación por la que se ha
protestado durante años?”, “¿están esperando a que ocurra un
accidente grave y lleguen las lamentaciones?, ¿a nadie le
importan los huesos rotos y las quemaduras provocadas por el
roce del asfalto de los ciudadanos que sufrimos las
consecuencias de estas actuaciones negligentes?.
La Plataforma Motera de Ceuta, indignada y decepcionada
En el perfil en Facebook de la Plataforma Motera de Ceuta,
siempre muy activo y con numerosos seguidores, nos
encontramos el siguiente comentario acompañando a la última
fotografía que se ha subido en relación al tema que estamos
tratando: “En los tres minutos que he ido detrás de este
incompetente, he visto tres patinazos: uno de coche,
frenando para dar paso a peatones y dos de motos, jugándose
el tipo. ¿No se comprometió el Presidente Vivas en dar el
toque y evitar estas costumbres?”. Estas palabras,
refrendadas y apoyadas por decenas de comentarios, ponen en
evidencia que, desde el Gobierno de la Ciudad, no se ha
hecho nada por dar fin a una situación que, en los últimos
meses, con la llegada de la nueva empresa de limpieza, se ha
intensificado de manera sorprendente, para indignación y
enfado de quienes utilizan las carreteras que, como nos
comentan los responsables de la asociación que con más
ahínco ha reivindicado la seguridad vial de los ceutíes
desde hace años, usamos todos los ciudadanos.
Tras establecer contacto con los responsables de la
Plataforma, tenemos la oportunidad de escuchar unas palabras
cargadas de indignación y de un alto grado de decepción.
Comentan que “nos comprometimos a hacer un paréntesis en
nuestras reivindicaciones, por ser coherentes y consecuentes
con la situación de crisis en la que nos encontramos, a
cambio de que se siguieran solucionando poco a poco los
problemas de seguridad vial de la ciudad. Es más que
evidente que el compromiso sólo se ha cumplido por una parte
y que la crisis económica no ha sido óbice para que se gaste
el dinero en cosas bastante menos importantes que la
obligación que los que nos gobiernan tienen de velar por la
seguridad de todos los que usamos el asfalto para
desplazarnos: el 100% de los ciudadanos. Hemos tenido varias
reuniones de urgencia y nos estamos planteando volver a la
carga seriamente, porque es nuestra obligación y porque para
eso confían en nosotros cientos de personas asociadas y
simpatizantes. No podemos fallarles.”
Los ciclistas, también afectados
Los usuarios de bicicletas, ya sean deportistas o no,
también se ven afectados de manera grave por esta situación,
que describen en sus comentarios en las redes sociales como
un peligro público que no es atajado por quienes deben
hacerlo. Ya han sido muchos los accidentes, explican, que se
han producido en la ciudad por caídas por deslizamiento,
provocadas por el agua derramada sin control sobre el
asfalto: “La verdad es que es un peligro total, para las
motos y para los ciclistas y os lo digo por experiencia. Por
culpa de esto, que la cuba va tirando agua, he aterrizado
dos veces en el suelo, con heridas leves.”.
En defensa de los trabajadores de Trace
En algunos comentarios, podemos observar que los
trabajadores de Trace se sienten señalados por los
ciudadanos y salen en defensa de su trabajo, aclarando que
no depende de ellos esta situación y que el motivo de la
pérdida de agua es que los camiones son muy viejos. Las
respuestas a estas palabras son unánimes, expresando con
total claridad y rotundidad que jamás se critica a los
trabajadores, a los que, por otra parte, se agradece su buen
hacer laboral, en pro de la calidad de vida de los ceutíes.
Los tiros apuntan bastante más alto.
La antigüedad de los vehículos es también un problema
denunciado en muchas ocasiones por los ceutíes, no sólo
porque vierten agua en las carreteras, sino porque hacen un
ruido insoportable a altas horas de la noche.
En definitiva, los ceutíes se sienten indignados y, permitan
la expresión, “cabreados” por una situación peligrosa e
insostenible. No es permisible que la seguridad vial de
Ceuta se vea afectada negativamente de manera continua y que
se haya convertido en una de las principales preocupaciones
de esta ciudad que nos quieren vender como moderna y
cosmopolita. No es permisible que la seguridad vial en esta
ciudad, nunca mejor dicho, esté como una cuba, danto tumbos.
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