El tiempo de espera de los trámites de las solicitudes de
asilo es un asunto que viene preocupando al delegado del
Gobierno en Ceuta. Para dar solución a este asunto,
Francisco Antonio González Pérez se reunió ayer con la
secretaria general del Política Interior, Cristina Díaz
Márquez.
Los últimos acontecimientos ocurridos en la ciudad con las
protestas, a las puertas de la Delegación del Gobierno, de
sirios y argelinos, que exigían a la Admnistración ser
trasladados a la península tras solicitar asilo político y
la sentencia dictada por el Juzgado Número 2 de lo
Contencioso Administrativo de Ceuta, en la que se reconocía
el derecho a los asilados a la libre circulación por todo el
territorio nacional durante la tramitación de su expediente,
ha provocado una rápida reacción del responsable de la
Administración en la localidad.
Así, el delegado del Gobierno analizó ayer con la directora
general de Política interior, Cristina Díaz Márquez, todos
los problemas que en Ceuta se están suscitando como
consecuencia de los tiempos de espera que se producen, tras
la formulación de las solicitudes de asilo. En muchas
ocasiones varios meses, algo que no ocurre en la península.
En este sentido, Francisco Antonio González ya apuntó hace
algunos días que se estaban estudiando fórmulas que permitan
una modificación legislativa para agilizar la resolución de
los citados expedientes.
De hecho, y tras su reunión de ayer, se ha confirmado que ya
existe un borrador preparado donde se concreta esta
posibilidad, documento que ahora deberá ser revisado por los
departamentos correspondientes implicados en esta cuestión.
Paralelamente se ha reforzado la Oficina de Asilo y Refugio
con más personal para atender con mayor eficacia las
solicitudes de protección internacional, lo que denota el
interés del Gobierno por resolver este asunto. Se constata
de esta manera la sensibilidad que la Dirección General de
Política Interior está demostrando para con este problema,
que afecta fundamentalmente al colectivo de ciudadanos
argelinos, que son quienes mayor uso realizan de esta figura
legal, aún a sabiendas de que no cumplen los requisitos que
la norma establece para la concesión del asilo.
|
Una norma especial que prohibe salir de Ceuta a todos los
que cursan la solicitud de asilo
Como ya publicó este periódico,
Ceuta cuenta desde 2010 con un régimen especial para los
peticionarios de asilo. A pesar de ser españolas, estas la
ciudad autónoma están fuera del tratado Schengen de frontera
común europea.
En el resto de Europa, mientras se tramita la petición, los
demandantes pueden moverse libremente y sin restricciones al
menos por el país responsable del estudio de asilo, según
dicta el Convenio de Dublín.
Sin embargo, en este enclave español no se les permite
cruzar fronteras ni salir de la ciudad mientras que se está
tramitando el estatus de refugiado.
A esto hay que sumar que el tiempo máximo de estudio del
temor fundado de persecución que dicta la ley para una
petición urgente de asilo, como es la de una familia que
huye de una guerra civil, como es el caso de los sirios, es
de un máximo de tres meses.
En cambio, en Ceuta, el estudio en profundidad de los
motivos para la concesión de asilo político suele tardar
entre nueve meses y dos años.
|