Por sus apellidos no parece
catalán, puede ser extremeño, castellano, acaso andaluz, de
origen o de nacimiento, pero por ahora lo que parece cierto
es que pertenece al Comité de Árbitros Catalán y de ser así
ya tiene ganada una calle, la principal, en la mismísima
Barcelona, porque pitarle dos penaltis, en contra, al Madrid
no es muy corriente, pero pitárselos en tan sólo dos
minutos, eso no había sucedido hasta ahora nunca, al menos
no aparece reflejado en las reseñas que hay de encuentros
del propio Madrid, con prensa en las gradas.
Y no es que estemos diciendo que el “chernenco” Álvarez
Izquierdo pitara algo que no fuera. Los dos penaltis lo
fueron, pero pitarlos y tener la duda de expulsar al defensa
madridista Carvajal, que se lo tenía más que merecido,
harán, de ahora en adelante, que cada vez que suene el
nombre de Álvarez Izquierdo se tambaleen los cimientos de
Chamartín.
Es lo que hay, mejor dicho, es lo que hubo en el campo del
Rayo Vallecano, que plantó cara al Madrid, que le apretó lo
suyo, pero que con todo y eso sigue en la cola y huele a
futuro equipo de segunda división, que es su verdadero
sitio.
El más pequeño estuvo a punto de comerse al grande y lo más
llamativo es que la grandeza de los de Vallecas apareció
cuando el partido olía a goleada, puesto que en el minuto
tres de la segunda parte el marcador ya indicaba un
contundente y casi “concluyente” 0-3, que seis minutos más
tarde se había convertido en 2-3. Así como suena.
De no llegar tan seguidos los dos penaltis, aunque no somos
adivinos para aventurar lo que podría haber sido el
resultado, la goleada se podría haber dado, pero como los
penaltis llegaron, ahora en “ese país pequeñito de ahí
arriba” los separatistas, los federalistas o los pocos
centralistas que queden, no podrán decir que los árbitros no
se atreven a pitar penaltis en contra del Madrid.
¡¡Anda que no!! y a pares, “al mismo tiempo”.
Uno, llegados a este punto, le gustaría ver, en algún
momento, cuanto antes mejor, cuando y con qué árbitro se va
a establecer otro record similar con el Barcelona de
contendiente, porque los seguidores blaugranas, más llorones
que “la Virgen de las Angustias” no sé si sabrán decirnos
cuando al Barcelona, y en tierras catalanas, campo del
Español o del Sabadell, le han pitado dos penaltis en menos
de dos minutos. Hasta ahora, eso no se ha dado, y ni con un
milagro “confundido” de la “Moreneta” se llegará a dar
jamás, siendo justos penaltis o sin serlo.
Está claro que aquí no falta emoción y que todo un colista
casi amargue la tarde al mismísimo Madrid hay que valorarlo
y muy positivamente, a favor del Rayo Vallecano.
Tras esta jornada, no sé en la próxima donde jugará el
equipo de Vallecas, pero estamos seguros de que perdiendo,
ganando o empatando, no ponen el empeño que tuvieron ante el
Madrid y es que “no hay peor cuña que la de la misma madera”
y aquí viene al pelo la cita.
Estamos ya en torno al 33% del campeonato liguero y aunque
aquí la prensa quiere vender eso de que se trata de la mejor
liga del mundo, uno no termina de ver que eso sea cierto, ni
de lejos, porque el hecho de que del primero al sexto haya
ya una diferencia de 15 puntos, es el indicador más claro de
que hay unos cuantos buenos, muy buenos, pero los demás son
de auténtico relleno, incluido el Rayo Vallecano que le saca
los colores al Madrid pero ya está a 25 puntos del primer
clasificado.
Cuando estoy escribiendo, en la tarde del domingo, faltan
por disputarse, todavía, cuatro encuentros de la décimo
segunda jornada del calendario liguero y ardo en deseos por
ver si en otro de los clásicos, Atlético de Madrid-Atletic
de Bilbao, un colegiado “chernenco o no”, a favor de uno o
de otro, establece un record en la señalización de penaltis.
Porque hemos conocido árbitros muy buenos, Juanito
Gardeazábal, Guruceta Muro, Ortiz de Mendíbil, Bañón ...,
otros fatales como Sánchez Arminio, pero ninguno pasará a la
historia por la rapidez en mostrar el punto de penalti, como
lo hizo Álvarez Izquierdo. Y debo repetir que los dos fueron
claros penaltis, al menos para mí.
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