Su apellido, Molinary, está íntimamente relacionado con
el deporte, arraigado profundamente a la figura de su padre.
El baloncesto, modalidad por la que se decantó esperando ser
el profesional que ha conseguido ser, le ha dado grandes
satisfacciones. Sin embargo, las pocas posibilidades de
desarrollo profesional que ofrece Ceuta le han “empujado” a
salir fuera de la ciudad para continuar su carrera, fichando
como entrenador por el histórico CB Lucentum de Alicante.
Esta falta de oportunidades en la ciudad, unida al “miedo”
que tradicionalmente las “viejas glorias” de cualquier
ámbito de la sociedad ceutí tienen a dejar paso a las nuevas
y mejor formadas generaciones, provoca una “fuga de
cerebros” que también puede producirse en el deporte. En
Borja, licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el
Deporte y entrenador profesional de baloncesto, tenemos un
claro ejemplo.
Pregunta.- ¿De dónde viene y hacia dónde quiere dirigir
sus pasos profesionales Borja Molinary?
Respuesta.- Vengo de la base. Empecé jugando a baloncesto
con mis amigos en el Colegio Lope de Vega. Mi padre, que fue
mi entrenador durante muchos años, ha sido una gran
influencia para mí, él fue el que despertó mi pasión por
este deporte.
¿Dónde llegaré? Eso no lo sé, pero quiero probar esta
experiencia, trabajar duro y seguir aprendiendo. Si este
salto profesional me abre puertas hacia algo mayor, pues
perfecto, si sale mal, al menos lo habré intentado. En estos
momentos, sólo pretendo disfrutar, aprender y, como ya he
dicho, vivir la experiencia.
P.- ¿Ceuta ofrece oportunidades reales de convertirse en
profesionales a los amantes del baloncesto?.
R.- Por desgracia, la ciudad tiene unas limitaciones,
principalmente geográficas, que impiden que el deporte en
general sea de mayor calidad. El baloncesto ceutí está
creciendo pero, para dar el salto definitivo, hace falta más
apoyo por parte de las instituciones locales y aumentar el
número de clubes y centros escolares que practiquen este
deporte.
El mayor hándicap es la competición. En Ceuta, al igual que
en el resto del mundo, hay jóvenes deportistas con mucho
potencial y talento, pero la imposibilidad de acceder en su
entorno a una competición de calidad, provoca un freno
inevitable en su desarrollo.
P.-¿Cómo acaba un entrenador caballa trabajando en
Alicante?
R.- Ha sido todo muy rápido, en un par de días desde que
tuve conocimiento de la oferta laboral, se cerró mi
contratación. Mi amigo y mentor, Miguel Ángel Hoyo,
entrenador caballa que ha llegado a la ACB y que,
actualmente, entrena en Malabo, ha sido el gran artífica de
mi fichaje por el Lucentum. Si él no hubiera apostado por
mí, no hubiera tenido esta oportunidad. Le estoy muy
agradecido por todo lo que ha hecho por mí. Hasta hace unos
días, yo estaba metido de lleno en el inicio de la temporada
local, con la Copa Federación. Miguel Hoyo contactó conmigo
para comunicarme que me había recomendado como profesional a
los responsables del Lucentum. Al día siguiente, me llamaron
desde Alicante para hacerme una oferta en firme. Me costó
poco decidirme y aquí estoy. Llegué el viernes a la ciudad y
fui directamente a entrenar.
P.-¿Qué funciones vas a desempeñar en el CB Lucentum?
R.- Un poco de todo, básicamente. Trabajaré con la cantera
en el apartado físico, dirigiré un equipo de categoría
junior y seré ayundante del entrenador del primer equipo.
Voy a pasar muchas horas en el pabellón, sin duda alguna.
Para mí es un gran reto, voy a tener una gran
responsabilidad sobre mis hombros y tendré que trabajar muy
duro. La competición empezó hace un mes y yo tengo que
adaptarme a esta nueva situación en el menor tiempo posible.
Vengo con las pilas cargadas y mucha ilusión.
P.-¿Qué consejos darías a la “cantera” de Ceuta para que
logren disfrutar plenamente del deporte y puedan conseguir
en la medida de lo posible los objetivos que se planteen
como deportistas?
R.- Lo más importante, sin duda alguna, es divertirse. Una
vez que el deporte te haga disfrutar y quieras aspirar a
algo mayor, tanto los deportistas como los entrenadores,
deben estar en contínuo reciclaje formativo. Es fundamental
ser ambicioso y no conformarse con ganar un campeonato o
torneo local. Con duro trabajo y entrenamiento, los
objetivos se acaban cumpliendo, lo digo por propia
experiencia (risas). Personalmente, me gustaría recordar a
todos los adultos que estamos inmersos en el mundo del
deporte y trabajamos con la “cantera”, que lo más importante
es el desarrollo de los jugadores. Nuestra razón de ser es
que ellos se sientan realizados y debemos hacer lo posible
porque eso sea así. A mí, lo que me llena año tras año, es
acumular buenos recuerdos y ver la mejoría individual de los
jugadores a los que he entrenado.
P.-Cuéntame un secreto.
R.- Soy un apasionado de la arqueología y la paleontología.
De pequeño, siempre estaba leyendo libros sobre dinosaurios.
P.-¿Por qué crees que puedes ser un anónimo interesante?
R.- Porque hay pocos ceuties que se dediquen al baloncesto
de manera profesional. Yo he tenido la suerte que, por
desgracia, otros no han tenido.
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