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Llevan razón quienes dicen que el
anuncio de la obra, de la gran obra, que nuestro alcalde va
a emprender en el Paseo de la Marina, es demostración
palpable de que éste ha empezado ya su campaña electoral. Y
así se lo hizo ver la oposición en el pleno del martes
pasado.
Por cierto, en ese pleno, la televisión pública, quizá por
los problemas habidos con la paga extra de sus
profesionales, se afanó en darnos las peores imágenes de
Juan Vivas. Y a mí me dio mucha pena ver cómo la cámara se
recreaba en el abotargamiento de sus facciones. En fin,
directora tiene el medio…
Además de comprobar que las facciones de nuestro alcalde
estaban muy faltas de chispa vital (tal vez porque la noche
anterior no habría podido conciliar el sueño por mor de la
mala conciencia causada por saber que es una herejía
gastarse seis millones de euros en una obra innecesaria), me
quedé de piedra al oír cómo el interventor del Ayuntamiento
insultaba a José Antonio Carracao.
El éste es gilipollas, gritado por José María Caminero
contra el secretario general de los socialistas, debió oírse
hasta en los chirlos mirlos. Eso sí, a nuestro alcalde la
exclamación malsonante de su interventor, y amigo más
querido, le sirvió para relajarle los músculos de la cara
durante algunos minutos. Menudo alivio… Pues con la cara
dura cuesta lo indecible centrarse en lo que se está
haciendo.
Y si no que se lo digan a mi siempre estimada Mabel Deu,
sacada de sus casillas por Fatima Hamed. Tila, tila, tila se
pedía para la consejera de Educación, Cultura y Mujer, amén
de presidenta de la Fundación Premio Convivencia. Tan
alterada estaba, tan irritada, tan fuera de sí, debido a que
la diputada de Caballas había decidido recordarle los gastos
que se hicieron durante la visita de Mario Vargas Llosa y
sus familiares a la ciudad, que MD acabó perdiendo la
paciencia y se acordó de que tenía lengua suficiente para
decirle lo siguiente a FH: “Eres una demagoga, una
escandalosa y tienes poca vergüenza. Y además te voy a
borrar de la lista de invitados a los actos de la
Fundación”.
¡Jesús, Jesús, con la señora Deu!
La respuesta de la señora Deu a FM le pareció a nuestro
alcalde algo que suele suceder en los debates políticos.
Nada importante. Salidas de tono con las que los ciudadanos
suelen disfrutar muchísimo. Vodevil del bueno. Por lo tanto,
vista así la cosa por la primera autoridad, por qué no
repetir la comedia ligera, aportando a ésta, si es posible,
una escena en la que ambas contendientes se tiraran del
moño.
Sería un espectáculo único. Y además relajante. Y, por si
fuera poco, he aquí una idea. Pues uno también piensa, ¿eh?
¿Qué les parece la posibilidad de invitar a Mario Vargas
Llosa y a su familia al estreno de esa posible comedia de
enredo en el Teatro Auditorio de la Manzana del Revellín?
Sería el colmo de los aciertos. Alcanzar el límite de la
felicidad. El no va más de los acontecimientos.
Así que debido a lo mucho que el insigne intelectual ha
escrito y hablado -por el mundo- de su estancia en Ceuta,
del Premio Convivencia con que fue galardonado y de los
treinta mil euros que se embolsó, tampoco sería descabellado
hacerle entrega, en esta segunda ocasión, de un reloj de
oro, grabado con la fecha del vodevil, y donde aparezcan
inscritos los nombres de nuestro alcalde y de la presidenta
de la Fundación. Habré de consultarlo con Fatima Hamed.
Claro que sí. Porque es de justicia hacerlo.
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OPINIÓN / EL OASIS
