La voz de quienes conocen el
palpitar de las barriadas a través de un primer muestreo a
un buen número de presidentes, nos da una idea bastante
general de cuál es la situación de necesidad y los
sentimientos de quienes están más cerca del pueblo llano,
para determinar el grado de exigencia de éstos y conocer su
talante. En el mosaico que hoy ofrecemos al lector, se puede
apreciar una idea muy aproximada de cuanto se piensa y cómo
se piensa, acerca de esa obra de la Marina que tanta
polémica está despertando y cuyo coste político para el
Gobierno de Juan Vivas aún está por determinar. La
contestación de la calle y, en especial de las barriadas,
donde se acumulan las necesidades, hacen inviable un
proyecto sobre el que aún no se ha pronunciado José Ramos,
Presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos,
quien parece debatirse entre “qué parte de fundamental y
cuánto de accesorio” hay en el nuevo proyecto, cuando lo
auténticamente cierto es que sus dudas vienen motivadas por
otros intereses.
José Ramos debería saber que ha llegado el momento de
quitarse caretas y definir muy claramente si se está con los
vecinos a los que representa o, por el contrario, junto al
Gobierno que le mantiene con dinero sin independencia de
ningún tipo, porque se está jugando mucho. Bien ha de saber
que no se puede servir a dos señores a la vez, como tampoco
se puede poner una vela a Dios y otra al diablo, al igual
que en la vida hay que definirse por una u otra alternativa,
más allá de intereses particulares de interés económico o de
privilegios diversos. Cuando se ostenta una representación
hay que defenderla y, como buen conocedor de las necesidades
de las barriadas, pocas reflexiones debería de necesitar.
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