El tema Urbaser escuece y mucho. Los diferentes episodios ha
llevado a un proceso de controversias e incoherencias del
Gobierno de Vivas, tratando de enmarañar un asunto que cada
vez que se mueve apesta más. Ayer volvió la tensión en el
Pleno, al tratarse de un tema espinoso. El Gobierno, que se
niega a que la Comisión de Investigación continúe abierta
como solicita el PSOE, se ha dedicado tan solo a tejer una
maraña de informes técnicos para enredar y protegerse y lo
hacen, pidiéndoselos a algunos de aquéllos que,
precisamente, deberían haber sido guardianes del normal
desarrollo de un proceso tan proceloso, viciado y
controvertido, que ha llevado a tensiones innnecesarias y a
descalificaciones de todos los colores.
No se entiende que Juan Vivas defienda que no ha habido
ningún error en la actuación del Ejecutivo y luego, él mismo
diga que va a reclamar 5 millones a Urbaser. ¿En qué
quedamos? Intentar confundir al ciudadano como práctica
habitual y al uso y abuso, no es una herramienta que salve
siempre las situaciones. ¿No sería mejor reconocer errores
cuando ya se habló en otro tiempo de pagos indebidos? ¿O es
que aquí se cambia según el viento sea de levante o
poniente? Lo que no es de recibo es que aquello que se
reconoció en rueda de prensa, ahora se eche en el olvido y,
además, aún se llegue más lejos, dudando sobre la denominada
sobreamortización, planteando ahora que no está clara. Ahora
bien, por si acaso, se reclama y quedamos estupendamente.
Y para colmo de males, cuando se plantea el tema de una
factura que reclama Urbaser y no se le abonó por parte de la
Ciudad, Emilio Carreira entrega un informe del Interventor a
José Antonio Carracao y cuando éste lo lee, el Interventor,
no tiene nada mejor que decir en voz baja: “Este es
gilipollas”. Un hecho lamentable que demuestra lo permeable
que ha sido a las críticas que bien se ha tenido merecidas
con su proceder en este y otros asuntos. Esa falta de
respeto de este alto funcionario, no es asumible y, menos,
que el presidente de la Asamblea llame la atención al
político de la oposición, cuando ha sido insultado por este
“super” funcionario. Sencillamente lamentable.
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