La Consejería de Medio Ambiente, Servicios Comunitarios y
Barriadas ha dado luz verde, tras un periodo de exposición
pública sobre viabilidad medioambiental, a la implantación
de un centro de tratamiento de vehículos al final de su vida
útil. Según se informa en el BOCCE del pasado viernes, la
instalación, de un promotor privado, contará con cuatro
plantas, la cual estará en la zona de Loma Margarita.
Además, el proyecto no supone “gran envergadura y no tiene
repercusiones adversas significativas sobre elementos
bióticos relevantes ni sobre espacios protegidos de la Red
Natura 2000”.
La Consejería de Medio Ambiente, Servicios Comunitarios y
Barriadas ha dado luz verde, tras un periodo de exposición
pública sobre viabilidad medioambiental, a la implantación
de un centro de tratamiento de vehículos al final de su vida
útil. Según se informa en el Boletín Oficial de la Ciudad de
Ceuta (BOCCE) del pasado viernes, este proyecto no supone
“gran envergadura y no tiene repercusiones adversas
significativas sobre elementos bióticos relevantes ni sobre
espacios protegidos de la Red Natura 2000, siempre y cuando
se cumplan las condiciones de la documentación, así como
aquellas recomendaciones y medidas adicionales de protección
ambiental”.
En lo referente al proyecto, en primer lugar, se van a
realizar obras y actuaciones “necesarias” a fin de
establecer, en una nave industrial, un centro para
desarrollar esta actividad de tratamiento de vehículos al
final de su vida útil (VFU).
Dos vehículos al día
La capacidad será de “2 VFU por día”, lo que significará el
“tratamiento de vehículos fuera de uso mediante la ejecución
de diversas operaciones de gestión: recepción y
almacenamiento de los VFU, descontaminación, desguace,
almacenamiento de vehículos descontaminados, almacenamiento
de residuos peligrosos y no peligrosos, almacenamiento de
piezas para reutilización y entrega de residuos a gestores
autorizados”. Estas operaciones se llevarán a cabo en cuatro
plantas. En la planta -1 se realizará el almacenamiento y
exposición de piezas para su venta. En la planta 0 estará la
recepción, además de que será el lugar donde se realice la
descontaminación, desguace y almacenamiento temporal de los
residuos peligrosos y no peligrosos hasta su entrega a un
gestor autorizado. En la planta 1 se almacenarán y expondrán
piezas para su venta, “disponiendo de estanterías”. Por
último, en la planta 2 -entreplanta-, se ubicará la zona de
estar y el aseo de los trabajadores.
Al implicar esta actividad -ya existente bajo prorrogación
de contrato en la planta de descontaminación de vehículos de
Benzú- “generación de residuos”, la nave deberá contar con
“determinadas especificidades técnicas”, como serán: suelo
compactado, pavimentado e impermeabilizado; sistema de
recogida de aguas pluviales, canalización y derivación a
desarenador-separador de hidrocarburos, cubetos estancos de
retención, sistemas específicos para contención de residuos,
sistemas de elevación de vehículos y sistemas de protección
contra incendios. Según el documento ambiental presentado,
la actividad contará con agua corriente procedente de la red
de abastecimiento municipal para su uso en aseos, vestuarios
y pilas de lavado, así como para las operaciones de
mantenimiento general de las instalaciones, por lo que la
actividad generará dos tipos de vertidos según su origen:
aguas residuales procedentes de aseos y aguas residuales
contaminadas -fundamentalmente con hidrocarburos- de las
actuaciones de limpieza y mantenimiento en las zonas de
recepción, almacenamiento, descontaminación y desguace de
vehículos. Las aguas residuales procedentes de aseos y
vestuarios se canalizarán “independientemente, aunque irán
conectadas igualmente al referido sistema de tratamiento”.
Consultas públicas
Antes de dar el visto bueno, la Consejería que dirige
Gregorio García Castañeda abrió un periodo de consulta a las
administraciones, personas, organismos e instituciones que
desearan realizar alguna aportación acerca de este proyecto.
Las únicas que emitieron contestación a las “consultas
formuladas” fueron, por un lado, la sociedad municipal
Obimasa, y por otro, la Comandancia General de Ceuta.
Ninguna de las dos pusieron “reparos” a la implantación de
esta nueva planta de descontaminación de VFU.
Por último, la Consejería señala que en las instalaciones
deberá haber “especial atención” en el control del estado de
impermeabilización y estanqueidad de los pavimentos, cubetos
de retención, contenedores y depósitos y demás sistemas de
recogida de derrames, vertidos y lixiviados originados por
el desarrollo de la actividad -es decir, control del estado
del suelo- También deberá controlarse la “eficacia del
sistema de tratamiento de aguas residuales” y se buscará la
“correcta gestión de aguas hidrocarburadas y lodos del
separador de hidrocarburos. Por otro lado, se controlará la
gestión de “todos los residuos producidos” -peligrosos y no
peligrosos-.
También se estudiará el registro documental de las
diferentes operaciones de gestión de residuos y de las
operaciones de producción de residuos como consecuencia del
ejercicio de la propia actividad, junto a la tramitación de
las bajas de vehículos. El control de las medidas de
prevención sobre contaminación atmosférica es la última
recomendación que realiza al promotor de la planta la
Consejería de Medio Ambiente, Servicios Comunitarios y
Barriadas.
El consejero del área, Gregorio García Castañeda, informaba
el pasado mes de septiembre de que una Comisión Informativa
sería la encargada de tratar las ofertas presentadas por
tres empresas de la ciudad para gestionar la planta de
descontaminación de vehículos de Benzú -de titularidad
municipal- a ‘coste cero’.
Varias posibilidades
“También hay dos empresas locales que han informado de que
quieren pagar por la utilización de las instalaciones
municipales”, comentaba entonces el consejero.
Ese “cambio de circunstancias”, después de que se
considerara que la mejor opción era municipalizar el
servicio para ahorrar en costes, ha hecho que la Comisión
Informativa sea la que estudie las diferentes posibilidades.
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