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OPINIÓN - SÁBADO, 26 DE OCTUBRE DE 2013

 

OPINIÓN / EL OASIS

Barcelona-Madrid
 


Manolo De la Torre
manolodelatorre@elpueblodeceuta.com
 

Gracias a este partido que se juega hoy, y que no deja de ser el partido que más interés despierta aún en el mundo futbolístico, podemos permitirnos el lujo de olvidarnos de la política y sobre todo de los políticos, durante un fin de semana donde será el deporte rey quien acaparará toda la atención.

Cualquier artículo que se publique, antes o después de la confrontación entre ambos clubes, por intrascendente que sea, desencadenará tantas replicas por parte de los hinchas, que para eso lo son, como si a mí se ocurriera decir que la actuación de Juan Vivas, durante tantos años como alcalde, ha sido un bluff. Anglicismo que es el que mejor define la falta de méritos del susodicho. Esta visto que ni proponiéndolo dejo de redoblar el tambor.

A lo que iba…: el equipo azulgrana anda sumido en un mar de dudas. Porque sus jugadores, virtuosos del rondo -entrenamiento técnico que les vale para ejercitar sus habilidades con el balón-, se han dado cuenta de que ya hay equipos que son capaces de hacerse tirabuzones con el tiqui-taca; ese juego rápido de toque, y grandes posesiones de balón, que parece hecho a la medida de los futbolistas de naturaleza menuda. El Tata Martínez, como no puede ser de otra manera, estará buscando soluciones.

Los bajitos del Barcelona, liderados por Messi, han venido cundiendo el pánico entre sus rivales, durante varias temporadas. Mediante ese fútbol de pasecitos cortos, rápidos y precisos, ejecutados en todas las direcciones, pero que al final necesitaba de la intervención magistral del argentino, con juego propio de ‘potrero’; es decir regates, fintas, amagos y todo ello conduciendo el balón largos trechos y velozmente. Propio, como ya he dicho, de jugador hecho en descampados de la periferia.

Pero Messi no está en su mejor momento. Tiene culo de sobra y su musculatura hipertrofiada, propia de un velocista, va cediendo a los esfuerzos potentes y, por tanto, es más propenso a las lesiones. Sin Messi, o sin el Messi rotundo y decisivo, el Barcelona impone mucho menos. Lo cual se ha visto en Pamplona y en Milán.

Frente al Madrid, sin embargo, no cabe la menor duda de que la figura indiscutible del conjunto azulgrana hará un esfuerzo sobrehumano para que los blancos salgan lastrados del envite en el Camp Nou. Cierto es que necesitará la ayuda de sus otros compañeros bajitos, venidos a menos también, y naturalmente de los componentes de una defensa que, unas veces por hache y otras por be, yerran más de lo previsto. Menos mal que siempre les queda el salvavidas de Valdés.

En lo tocante al Madrid, Ancelotti no ha sido capaz todavía de armonizar un equipo capaz de hacer del contragolpe su mejor arma, ni tampoco el juego estático le ha proporcionado ni la brillantez apetecida ni los resultados deseados. El medio campo del equipo merengue, zona vital, no ha funcionado hasta ahora. Sus bajitos, Illarramendi, Isco y Modric –éste comenzó muy bien la temporada y se ha venido diluyendo-, no terminan de cuajar. Siendo Khedira quien ha de poner su cuerpo atlético al servicio de una zona fundamental que no ofrece garantías. Y, claro, al jugador alemán le llueven las críticas por la necesidad que tiene de estar en misa y repicando. Lo que no deja de ser una injusticia.

¿Puede ganar el Madrid en el Camp Nou? Sí. Siempre y cuando Cristiano Ronaldo y Di María, en estado de gracia, tengan su día. Ah, imagino que Iniesta tratará de explotar con su gambeteo, el lado ciego de Sergio Ramos. Que es el izquierdo. Oído al parche.
 

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