Teniendo en cuenta que los
llamados Derechos Humanos, nacen en los países donde menos
se respetan los mismos, nunca me han merecido mucha
credibilidad, porque siempre que he tratado de pensar en
ello, me he hecho la misma pregunta, para quiénes son y a
quiénes se les aplican esos derechos, y la contestación a la
misma y que me ha venido a la mente es que sólo sirven para
beneficiar a los asesinos, nunca a las víctimas.
Un asesino mata a 25 personas en un supermercado, entre esas
personas pongamos que hay varios niños que aún, en su enorme
inocencia, no saben que le deparaba la vida, porque nunca
llegarán a conocerla, ya que ese asesino se las ha cortado
de raíz, cuando nada más se habían asomado a la misma.
El asesino va a la cárcel y las víctimas al cementerio de
donde jamás volverán, sólo les quedará el dolor de los
suyos. Y es entonces, cuando el asesino está en la cárcel,
cuando aplicamos los Derechos Humanos, a ese asesino sin
entrañas que acabó con la vida de los veinticinco inocentes,
cuyo único delito es haber estado en aquel lugar, el día que
el asesino decidió acabar con sus vidas.
Y es entonces, cuando en mi cerebro surge la misma pregunta,
cuáles son los Derechos Humanos que tienen las victimas. Y
la repuesta que encuentro siempre es la misma, Si son
civiles unas velas puestas por los amigos y familiares en el
lugar del suceso, y algo que nunca he entendido un aplauso
al ser enterrado. Si pertenecen a los Cuerpos y Fuerzas de
Seguridad del Estado, lo mismo que el anterior y la bandera
de España sobre el féretro y, por supuesto, el consiguiente
aplauso al ser enterrado.
Qué pasa con ellos, cuáles son sus Derechos Humanos. Es que
al morir deja uno de ser humanos y por esos nos se le
aplican esos derechos. Qué pasa con esas esposas que quedan
viudas, con esas madres que pierden a sus hijos, con esos
niños que se quedan huérfanos, porque una mano asesina
decidió un día quitarles la vida a sus seres queridos. Por
lo visto no pasa nada, porque las victimas, mientras alguien
no me demuestre lo contrario, no tienen Derechos Humanos a
los que acudir.
Por todas estas cosas, porque tengo la sensación, nada
extraña, que Los Derechos Humanos nacieron en los países
donde menos se les respeta. Por lo expuesto en cuanto a las
victimas se refiere, de que carecen, al parecer, de todo
Derecho Humano, y que estos sólo sirven para beneficiar a
los asesinos, es por lo que no me merecen mucha
credibilidad, por no decir ninguna los llamados Derechos
Humanos.
La Gran Sala del Tribunal Europeo de Derechos Humanos
liquidó la doctrina Parot, lo que propiciará la
excarcelación de 79 criminales múltiples que saldrán en
libertad en sólo unos meses. La primera en salir será Inés
del Río con 26 asesinatos a sus espaldas.
La Ley es la Ley y no hay más remedio que acatarla, nos
guste más o nos guste menos. Lo que me gustaría, es que
todos esos componentes de la Gran Sala del Tribunal Europeo
de Derechos Humanos, me explicaran, a ser posible, cuáles
son los Derechos Humanos que asisten a las victimas de los
asesinos. Igual se aplica el dicho popular, “el muerto al
hoyo y el vivo al bollo”. Vaya usted a saber.
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