Los grandes conflictos siempre
cuentan con soluciones para tratar de enmendar las posibles
consecuencias que los desencadenaron. Así parece que ha
ocurrido en el Centro de Estancia Temporal tras los
episodios ocurridos en la Plaza de Los Reyes con los sirios
y sus hijos, porque se está habilitando en el Centro de
Acogida una zona para unidades familiares, fórmula de
reagrupamiento que evite traumas a quienes ya tienen
bastante con llegar a Ceuta con una mochila cargada del
sufrimiento que acarrean las tragedias de sus países de
origen.
La decisión que se ha adoptado demuestra que “algo se mueve”
para bien en una adaptación a las circunstancias del
momento. Había que contemplar estas situaciones en las que
familias enteras llegan a Ceuta y merecen un tratamiento
diferenciado de los individuos que en solitario emprenden
esta aventura en busca de un mundo mejor y más próspero en
el que iniciar un nuevo proyecto de vida. Y así parece
hacerse.
Los colectivos más vulnerables que ya, socialmente, cuentan
con un trato preferente y diferenciado del resto, también
habían de tenerlo en el CETI para desarrollar de manera más
acorde con las circunstancias, su vida en el interior del
Centro de Acogida. Así se va a hacer y se les ofrecerá una
posibilidad adecuada a sus circunstancias personales,
buscando la integración familiar en contraste con la crudeza
de su nueva vida.
Si después de la tempestad llega la calma, bueno es que tras
los incidentes del pasado miércoles, en cuestión de horas,
se haya preparado una alternativa idónea, para que aquéllos
que tienen unas particularidades familiares encuentren la
acogida que merecen y se les trate con sensibilidad y
solidaridad.
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