Se ha convertido, desde hace días,
en el centro neurálgico de la protesta en Ceuta, y más que
por asuntos que afecten a los ceutíes, que podría haber
muchos, por circunstancias que atañen a otros, llegados a la
Ciudad y que buscan, posiblemente, lo que aquí no se les ha
perdido.
Y a todo esto, una parte de ceutíes tan “acogedores” como
siempre, hacia estos que han llegado, por el camino que
llegaron, sin que nadie les hubiera marcado la ruta de
llegada.
La tensión es el foco de lo que allí viene pasando,
especialmente con el plante o replante de un grupo de sirios
que, de rondón, parece que nos echan encima sus problemas.
Personas mayores y niños, en el foco de la tensión y
precisamente ahí, con los niños es con lo que más fuertes se
hacen estas gentes que tendrán sus preocupaciones, sus
problemas, pero que eso no indica que tales problemas se nos
tengan que pasar a los demás, que nada hemos influido en su
propia situación.
Y el retraso, posiblemente más de lo debido, de una
ambulancia sirvió para encender la chispa que algunos, no
sirios precisamente, buscaban para que el problema se
agravara un poco más.
Sin duda, este hecho provocó unos momentos de tensión no
esperados, el martes por la tarde, frente a la Delegación
del Gobierno, ahí mismo, donde desde hace un par de semanas
se han concentrado y siguen asentados unas docenas de sirios
que iniciaron sus protestas porque las autoridades no les
han dado luz verde para marcharse fuera de Ceuta, no sé a
donde querrían ir.
Y si los concentrados ya suponen un problema para la
Delegación del Gobierno, no menos problema empieza a ser que
haya un grupo de personas que “simulan” ser muy acogedores
para con estos sirios.
No debemos olvidar que en la Plaza de los Reyes, como en la
Plaza de África, quienes están en el poder pertenecen al PP
y que, desde hace casi dos años, desde que el 20 de
noviembre de 2011, con una mayoría aplastante ganaba las
elecciones generales el PP, ha habido una permanente lucha
para ir poniendo palos en las ruedas a todo lo que fuera
organizado por este partido que, tengo que repetir, fue en
las urnas, en unas elecciones limpias y sin presiones de
ningún tipo, donde logró ese poder.
Esto va siendo una constante, el PP “no sabe vender” sus
acciones, aunque sean muy positivas, y siempre tiene, en la
acera de enfrente, a personas que jurarán y perjurarán, en
su contra, sea como sea lo que esté haciendo.
Lo de los sirios es el último, o el penúltimo de los casos,
y sus problemas que serán muchos no creemos que se deban a
nada de lo que sale de la Plaza de los Reyes.
Lo de la otra tarde, con todos los respetos y todo el cariño
para unos niños pequeños, a los que se está utilizando, fue
una muestra muy clara de que por detrás hay más cosas.
Es normal que un padre, si ve que su hijo está enfermo, haga
todo lo posible por llevarlo a un centro médico donde se le
atienda, pero la forma como se hizo aquí, dejando de lado la
menor o mínima gravedad, parecía montado y bien montado para
que se armara el lío.
Y que las voces piadosas, que de todo hay en la “viña del
Señor”, no nos vengan ahora con cuentos chinos. Aquí, queda
muy claro, se aprovecha todo y todo parece que vale para ir
frente a quienes gobiernan ahora, no antes.
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