La Comandancia General de Ceuta mostró ayer los
diferentes sistemas interactivos de simulación de combate en
población y lucha contra artefactos explosivos improvisados
No es un juego de “playstation” aunque lo parece. Los
militares cuentan con un sistema que recrea la realidad
mediante simuladores de combate y polígono de combate en
población. Hasta ahora, había solo dos de estas
características en Toledo y Zaragoza. Se practica lo que
supondría en la realidad no menos de 15.000 euros, si
hubiera que desplazar a una agrupación táctica con hombres y
material.
En este caso se recrea una realidad en un entorno sintético
controlado donde se observa el comportamiento, además de
instruir y adiestrar al personal en una disciplina donde se
obtienen también unos resultados. Entre las ventajas de este
sistema se encuentra el ahorro de costes, de material, de
munición, personal, como tampoco condiciona la acción o el
adiestramiento a la distancia geográfica, las condiciones
ambientales o la disponibilidad de los recursos.
Además, la situación simulada puede repetirse las veces que
se desee, como también se pueden modificar los parámetros
definidos. El propio sistema proporciona los resultados de
las acciones simuladas.
El teniente coronel Vázquez Ayerra, ha explicado a los
medios de información convocados, el desarrollo de todas las
operaciones, manifestando que este simulador está dirigido a
las Planas mayores. “Aquí, lo que conseguimos –dice-, es que
en vez de llevar, como hasta ahora, un Regimiento o un
Batallón a un campo de maniobras a hacer un ejercicio,
permite traer únicamente a una sala a los cuadros de mando,
sentarlos aquí y reproducir ese mismo ejercicio sin hacer
desplazamiento con un ahorro significativo de dinero”.
Mediante sistemas virtuales y constructivos se desarrollan
estas simulaciones, bien en un entorno sintético o en uno
controlado, en el que las acciones que se simulan tengan
respuesta en acciones que simula un bando oponente.”Aquí se
puede recrear la acción, exactamente igual que en un
ejercicio real, se diseñan los dos bandos con sus unidades
operativas y el sistema, con todos los procedimientos que
lleva, va generando la reproducción de esa situación en un
entorno sintético, comportándose exactamente como en la
realidad”.
En la visita guiada a los diferentes dispositivos
instalados, pudimos comprobar la colocación de una serie de
cabinas, donde “se ubican varios puestos de mando. La idea
es que, cuando una Unidad se mueve, hay un puesto de mando
en contacto con la agrupación táctica, con un coronel al
frente, un teniente coronel con su Plana Mayor y luego las
Unidades subordinadas; estaríamos sentados en las cabinas
–dice el teniente coronel Vázquez Ayerra-, con los capitanes
de Compañía y los jefes de sección. De forma que la maniobra
que está llevando a cabo la Bandera, el teniente coronel
daría las órdenes a sus capitanes y éstos, en vez de mover
las Unidades en el terreno real como sería el campo de
maniobras, lo haría en el simulador con los iconos y sobre
la pantalla”.
Al comprobar la separación de las cabinas, dotadas de
independencia, Vázquez Ayerra, explica que “están separadas
para que la comunicación que haya entre los puestos de mando
y las Unidades coordinadas, sea por los medios de
transmisión que se utilizan en la realidad, es decir, por
radio”.
Un despliegue tecnológico sobre el que nos dice: “Para eso
están las pantallas, para que nadie mire nada más que lo
suyo y cuando se comunique con un superior o éste quiera
comunicarse con quien esté ante la pantalla, tenga que
hacerlo únicamente por los medios de transmisión
establecidos”.
La Plana Mayor es un grupo táctico dotado con un colectivo
de entre treinta y cincuenta militares, que son los que
pueden reunirse en las diferentes salas cuando se realice
una simulación lo que evidencia el de de este dispositivo,
al evitar desplazamientos costosos de Unidades a los centros
de simulación existentes en Toledo o Zaragoza.
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