Mal me lo ponéis, amigos, si
después de que la semana pasada, por un error de bulto,
salido de la Ciudad, se perdieron cientos de clases, porque
al día siguiente, sin que fuera considerado tal, con toda la
razón, fue la fiesta de muchos alumnos, aquí en Ceuta.
Yo creía que los padres, cuando tienen a sus hijos en edad
escolar, por encima de todo, tratarían de que, a lo largo
del curso, estos perdieran, lo menos posible, en días de
clase.
Eso parecía lo lógico, a mí me lo parece y a algunos de los
padres, también, lo que no quiere decir que todos sostengan
la misma opinión y veo que no la tienen, cuando la FAMPA
pide a los padres que no lleven a sus hijos a clase, mañana
jueves.
Me parece muy bien, aunque particularmente yo no voy a
actuar de la forma que pide la FAMPA y voy a estar, todas
las horas que me corresponden en el instituto, con lo que si
hay quien incita a la huelga yo incito, al menos a mis
alumnos, a que hagan lo contrario, porque una huelga, y lo
debe saber muy bien la FAMPA, implica un enfrentamiento del
obrero con el patrono y que yo sepa, todavía, los alumnos no
son obreros de nada, ni de nadie, por lo que no se tienen
que enfrentar al patrono que, en este caso, no sería nadie
del instituto.
Otra cosa muy diferente es que, por la tarde, por la mañana,
a la puesta del sol o a la hora que sale la luna se haga una
manifestación o siete docenas de manifestaciones, pero eso
de la no asistencia a clase, ni soluciona el fracaso
escolar, todavía no achacable a la Lomce, ni quitará los
recortes que haya, ni nada que se le parezca.
Que Mustafa Mohamed pida a los ceutíes que digan “basta ya”
me parece normal y estoy seguro de que tiene sus razones,
pero esas razones se le “recortan” cuando en ese “basta ya”
se deja a los chavales fuera del aula de clase.
Las huelgas, por desgracia, pocas cosas positivas han traído
y en la enseñanza menos. Las huelgas en su origen,
promovidas por los sindicatos, tuvieron sus razones de ser a
principios del pasado siglo o a finales del anterior, cuando
las Trade Unions, comienzo de los sindicatos, se habían
hecho necesarias para sacar a los niños de las minas, ahora,
y lo he dicho muchas veces, los sindicatos están hipotecados
y cuando inician el planteamiento de cualquier tipo de
huelga ya se empieza a sospechar de ellos, aunque como en
este caso, aparentemente, se unan a esa huelga otros
sectores, incluso la FAMPA.
Los padres, está claro, saben o deben saber qué es lo mejor
para sus hijos, pero lo que no deben olvidar es que si en el
mes de octubre se ve muy lejos el final de curso, allá por
el mes de junio no nos agradan los llantos y otras cosas que
vienen aparejados a malas notas o a la no superación de las
pruebas de la Selectividad.
Así están las cosas, Mustafa Mohamed ha defendido la
convocatoria de huelga diciendo que:” la huelga y las
movilizaciones son ahora más necesarias que nunca”. Bueno,
eso según se mire, porque, todavía, no he oído a Mustafa, ni
a ningún otro de su misma corriente, hacer un reproche de la
Logse, que junto con las otras leyes y reformas llevadas a
cabo por el PSOE, han llevado la enseñanza a la ruina en la
que se encuentra ahora, con lo que si ahora “hace más falta
que nunca, movilizarse”, van a ser varios años de retraso y
movilizándose frente a algo que, todavía, no saben como
saldrá, pero que sí ha sido aprobada por la mayoría del
Parlamento.
Todo el mundo tiene derecho a opinar, pero a opinar de lo
que se sabe, no de lo que a uno le van contando muchos de
esos que viven como DIOS, del cuento y de las algaradas.
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