Y es que España, también, está
conformada por Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla, además
de Madrid o Castilla-León, Castilla La Mancha,
Extremadura... . Para algunos habría que añadir, a todo
esto, Gibraltar, pero las cosas hoy están como están y no
voy a ser yo el que se meta en asuntos internacionales.
El año, del que todavía quedan más de dos meses, nos trajo
de todo, pero muy especialmente, nos puso en bandeja quienes
debieran ser demócratas, de verdad, pero que por eso del
dinero fácil se han vuelto cleptócratas, aunque con el paso
del tiempo vayan llegando a su justo sitio, a la sombra, y
no, precisamente, de un bambú.
Ahora le ha tocado, en suerte, a Melilla, la ciudad bien
organizada, bien regida, bien vista por todos, pero que,
también, según parece, tenía “su aquel”, con lo que tres
altos cargos de la Consejería de Medio Ambiente han sido
detenidos por la Guardia Civil.
Ni que decir tiene que los tres estaban en la órbita del PP
y es que aquí eso de la honradez parece que sirve para
cuando se está fuera de puestos de responsabilidad, porque
en cuanto se llega a “tocar pelo” el hambre se acrecienta y
hay quien piensa que “tocar sólo un poquito” no se notará, y
vaya si se nota. A la vista está.
Aquí, quiero decir en Melilla, que no se me mal entienda,
los tres altos cargos de la Consejería de Medio Ambiente han
sido detenidos por su presunta relación con la “operación
Ópera”,de donde ya veremos quien es el primero que “canta”.
Son prácticas que se van poniendo de moda, cada época tiene
sus modos de actuar y, en los últimos tiempos, parecía que
lo más seguro para estar “ a bien” consigo mismo y con otros
era eso de las contrataciones públicas, por el camino recto
o por veredas más que tortuosas.
Llegados a este punto, pues, no sólo en Melilla, sino en
cualquiera otra parte, no es extraño que la cabeza visible
aparezca en quien más “manda” en la gestión económica, y el
director general de Gestión Económica, de momento, aparece
en el lío de Melilla, con otros, también, de peso.
Y aunque nos dé pena de esta serie de acciones y no nos
alegre, en absoluto, que personas de carne y hueso, que
estaban ahí por pertenecer a unas siglas políticas, no por
otra valía especial, tengan que pasar, al menos unos días, a
la sombra, a pesar de esto, repito, lo que debe alegrarnos
es que tengamos unos Cuerpos de Seguridad que trabajan,
trabajan bien y saben buscar “el cuerpo del delito”. Por
eso, mi admiración y agradecimiento a la Unidad Orgánica de
Policía Judicial de la Guardia Civil, que estuvo donde tenía
que estar, y que con unos ingresos inmensamente inferiores a
los de cualquier politiquillo, de los de tres al cuarto,
saben por donde tienen que ir y saben, muy bien, cumplir con
sus obligaciones.
Y ante todo esto, un hombre ponderado, bien visto en las
altas esferas políticas del PP, como es el alcalde de
Melilla, Juan José Imbroda, se despacha con desconocer el
motivo por el que miembros de su Ayuntamiento, están donde
están.
No lo entiendo, de ninguna de las maneras, eso de:”No
sabemos nada más, tampoco estábamos avisados”. Lo que
hubiera sido lamentable es que, antes de llevar a cabo la
Guardia Civil su trabajo, hubieran avisado “ a los
presuntos” para que hubieran podido emigrar. Con esto, queda
claro que hasta los que parecen intachables, de vez en
cuando, pierden su propio talante o talento.
Las cosas venían de atrás y si bien es cierto que hasta hace
poco más de un mes no se destapó la “caja de Pandora”, no
menos cierto es que la “operación Ópera” había empezado hace
ya cuatro años, tiempo suficiente para aprender a “cantar” e
incluso para poder dar algún concierto.
|