Cuando la enfermedad más fea que existe azota tu vida, tu
cuerpo, debe doler mucho. Cuando esa misma enfermedad se
propone cambiar la vida de un hijo/a, pequeño, de pocos
meses, el dolor debe ser tan fuerte que resulta imposible
describirlo. Julia, la hija de Amelia y Daniel, ha ganado la
batalla gracias a sus padres, que cambiaron el dolor por la
fuerza y las lágrimas por una continua sonrisa de la que
todos los que los conocemos hemos aprendido algo bueno.
Amelia Sánchez nos cuenta una experiencia que ojalá nunca
hubiera tenido que plasmar en esta entrevista, pero que a
todos nos puede enseñar algo importante: “los padres somos
los juguetes de nuestros hijos y no nos podemos romper”.
Pregunta.- Te veo “guerrera”, ¿has librado alguna batalla
recientemente?
Respuesta.- Me he tenido que enfrentar al miedo más grande
que puede sufrir una madre y a la enfermedad más fea que
conozco. Pero siempre he sido una guerrera y luchadora y
esta batalla estaba segura de que la íbamos a ganar. Tuvimos
muchísimo miedo, tanto, que no se puede describir. Todavía
tengo mucha fuerza para luchar, nunca bajo la guardia.
P.- ¿Qué aliados te han ayudado a ganar en la lucha?
R.-Tengo que decir que en esta lucha no me he sentido sola
en ningún momento. Daniel (mi marido) ha sufrido, ha luchado
con uñas y dientes como yo. Hemos sido “UNO” en todo este
tiempo y si antes tenía claro que era mi complemento
perfecto, ahora estoy segura de que somos el mejor equipo
que existe.
Otro apoyo incondicional desde el 26 de abril, que fue el
día en que nos comunicaron el diagnóstico de Julia...”MI
MADRE “. Ella ha sido la muralla a la que nos abrazábamos
para mantenernos de pie y la primera en ponernos los pies en
el suelo. Dejó su trabajo, su casa, su vida... por nosotros.
Nunca podremos agradecerle lo suficiente lo que ha hecho.
Por supuesto, también nuestras familias y amigos, que nunca
nos han dejado, han sido incansables y guerreros como
nosotros.
P.-Nuestros lectores, sin duda alguna, querrán conocer la
fórmula para no perder la sonrisa en los momentos duros,
¿cómo se hace?
R.-Uf... ¿una fórmula? no existe, pero creo que la vida
tiene muchísimas cosas bonitas y hasta de lo malo yo saco lo
bueno. Soy muy positiva y eso atrae cosas buenas, siempre he
vivido la vida exprimiéndola hasta la última gota y así lo
seguiré haciendo. Siempre tuve claro que no permitiría que
Julia nos viese llorando, ni decaídos, ni mucho menos con
mala cara. La frase de Dani y mía es...” somos sus juguetes
y nos negamos a rompernos, ella tiene que seguir jugando”.
P.-Dinos qué lecciones has “aprendido” en estos meses.
R.-Que pregunta más intensa. La principal, que los niños son
niños pero no tontos y saben lo que ocurre. He aprendido de
niñas de cuatro años como Paula, que leucemia no puede con
ella, de María, de seis, que de las recaídas se sale, de
padres y madres, que siempre se puede un poco más y siempre
se puede sonreír. También he aprendido a reafirmar algo que
ya sabía, que Ceuta tiene muy buena gente y que nos quieren
con locura. Nuestras familias y amigos han demostrado ser
buenos compañeros de viaje y que si a las cinco de la mañana
estás mal… alguien está despierto para mantenerte a flote.
P.-Este es un buen momento para concienciarnos a todos,
aprovéchalo.
R.-Pues, mira, estamos muy equivocados o no sabemos la
realidad de lo necesarias que son las donaciones de sangre o
médula para salvar o mejorar la vida de otras personas. La
sangre y las plaquetas, en esta enfermedad, son compañeras
diarias, se necesitan muchísimo para ayudar a los enfermos
que por distintas enfermedades las necesitan.
Todos sabemos que podemos donar sangre, pero por si alguien
lo desconoce, cuando vaya a donar sangre siempre tiene que
decir que quiere donar plaquetas. Simplemente, tardaréis
media hora más, pero no creo que media hora a cambio de
salvar vidas os salga muy caro. La donación de médula es la
más difícil pues de tres mil donantes es solo una persona
compatible, por eso es tan, tan necesaria. Donar médula es
simplemente ir a que te saquen sangre y que te incluyan en
el banco de donantes. Si alguna vez tuvieses la suerte de
poder ayudar, te llamarían. Es muy necesario, por favor hay
que concienciarse.
P.-Hace poco que habéis vuelto a la... “¿bendita
rutina?”.
R.-Ahhhh sí... por fin. Soñábamos con nuestra cama, nuestras
cosas, mi calle real y mi Plaza los Reyes... ¡que alegría¡
Imaginaos si hace tiempo que no veníamos a la ciudad, que
Julia salió de Ceuta con once meses y ahora tiene
diecisiete. Cuando entramos de nuevo en su cuarto a ella le
pareció un parque de atracciones, no sabía qué juguetes
coger, cuáles llevarse, estaba nerviosita y solo sabía
coger un juguete y correr a por otro, no recordaba su
cuarto.
Si todo va bien, el mes que viene vuelven a nuestras vidas
también nuestros perros que ellos también sufrieron nuestro
abandono, aunque desde aquí quiero dar las gracias a Mayte y
Macarena por cuidarlos y no dudar en darles una casa cuando
los deje aquí.
P.-¿Volver a tu día a día te ha servido para comprobar
que ha cambiado? O tu intención es que todo sea como antes,
como si nada hubiera pasado.
R.-Bueno, es inevitable el cambio, pues nuestro mundo dio
una voltereta y se movieron muchas cosas, nos gustaba
nuestra vida de antes e intentaremos no cambiarla mucho.
Aunque creo que la sobreprotección hacia Julia poco a poco
la iremos eliminando. Ahora me obsesiona mucho que se ponga
malita o que se caiga… resaca de la enfermedad (risas).
P.-Además de haber demostrado ser una guerrera, ¿quién es
Amelia Sánchez?
R.-Pues Amelia es una mujer luchadora, decidida y siempre
con energía para tirar de un tren, pero ella es todo eso
porque sabe que siempre tiene el apoyo incondicional de
Daniel y los suyos. Soy fuerte aunque he aprendido en este
tiempo que soy aún más de lo que yo pensaba. Mi mejor
compañía es Dani sin duda y Julia, por supuesto. No necesito
mucho con Julia dormida a un lado y Dani al otro, viendo
pelis en mi sofá me sobran los hoteles de cinco estrellas.
Me gusta mi caravana y nuestros viajes, nuestra costa de
Cádiz.... Dani surfeando y yo en la playa hasta con sudadera
si hace falta. Entre mis aficiones esta leer, coser, crear
de la nada cualquier cosa y tomarme cervezas con mis amigos
con un buen debate (risas). Bueno lo de que me gusta los
carnavales y que soy carnavalera a muerte, eso lo sabemos
todos, disfruto mucho de mi gente del carnaval y de mi
ciudad.
No me gustan nada los deportes en el mar, los peces y la
gente que cambia de buenas a primeras (lo odio). Soy yo,
Amelia, única… eso seguro (risas).
P.-Cuéntame un secreto.
R.-Duermo con calcetines hasta en verano y no soy capaz de
meterme en el agua pasando la orilla.
P.-¿Por qué crees que puedes ser una anónima
interesante?.
R.-Creo que puedo interesar por que Julia ha sido la niña de
Ceuta entera, no solo mía, y todo el mundo ya la quiere un
poquito. Y como ha Julia no la puedes entrevistar pues me
entrevistas a mí, bueno y porque soy interesante, ¿por qué
no? (risas).
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