Hemos leído un anuncio en páginas
de internet que nos ha llamado la atención, en esta época de
penuria económica: “jugar es la única forma de poder ganar”.
Y puestos a seguir indagando, nos hemos interesado por
conocer el número de juegos de azar que rigen en España y,
salvo ausencias totalmente justificadas, dada la complejidad
y la cantidad de juegos de azar que se siguen por el interés
de ganar unos euros, nos hemos encontrado con que, solamente
por la Organización Nacional de Ciegos (ONCE), se ponen a la
venta el Cupón Diario, la Lotto de ONCE 7/39, Súper Once,
Rascas (el 7 de la suerte, Siete y Media, Golazo, La Carta
mas Alta, Dados Locos, La Ruleta), Eurojakpot, Cuponazo, Fin
de Semana, Extraorindario), etc. -Aquí hay que hacer una
llamada de atención especial a la ingente labor que lleva a
cabo esta benemérita organización en pro de los minusválidos
de la nación, especialmente hacia los invidentes, lo que
incita, aparte de tener la ocasión de conseguir una buena
cantidad de euros, a colaborar con la misma para mejor
desarrollo de su humanitaria labor-.
Pero no solo de la ONCE se trata. Hay diversidad de juegos
promovidos directamente por el Estado o por empresas
particulares. Así vemos los distintos sorteos de la Lotería
Nacional: Navidad, el Niño, Sorteo del Sábado, Sorteo del
Jueves, Lotería Primitiva, Euromillones, Bono Loto, Gordo,
Quiniela de Fútbol (aquí se han creado numerosas empresas y
sociedades para la explotación de esta clase de juegos),
Quini Gol, Loto Turf, Quíntuple Plus. Por si fuera poco, se
ha creado recientemente el juego Quinibasket, “disfrutando
de estupendos bonos y las mejores posibilidades” y con la
facilidad de participar ONLINE (Internet) desde sus casas o
desde el mismo móvil, para mejor comodidad de los jugadores,
con lo que se consigue la inmediatez del juego (todo al
instante en un click), seguridad (protocolos de alta) y sin
extravíos (no se pierden los resguardos), según se anuncia
por las empresas del ramo. En el Juego del Bingo, con su
atractiva “prima” o “prima especial” para regocijo de los
participantes, o si se quiere, participar en lo mas “chic”
disfrutando de la elegancia y distinción que se da en los
casinos con visitas personales para tomar parte en juegos
como la Ruleta, Blackjat, Bacará o en cualquiera de las
treinta y cinco opciones que se dan en los mismos. Y no
conforme con ello, después de los juegos citados, se puede
elegir, con peligro de padecer de una adicción patológica a
los juegos electrónicos (ludopatía) o de azar, el probar
suerte, si media el interés, con las máquinas tragaperras.
Aun cuando se desconoce el importe total de las ganancias,
si sabemos, según datos del Ministerio de Hacienda, que solo
los beneficios para el Estado por ingresos de los juegos de
azar llegaran a los 824 millones de euros, o sea, cerca de
140 mil millones de las antiguas pesetas, ingresos que se
han incrementado este año por el nuevo impuesto para premios
de loterías y juegos de azar, de reciente creación.
Hablando de juegos y de casinos, nos viene a la memoria
aquella historieta del americano, propietario de una
exuberante cuenta corriente, de haciendas y villas, que se
dio una pasada por los casinos de Las Vegas llamando la
atención por su flamante limusina con conductor que le
acompañaba y que a los tres días de estancia en la capital
mundial del juego salió de la misma en un vehículo el doble
de grande que su limusina: el bus de línea, con dirección a
ninguna parte: había perdido todos sus bienes. Así que
cuidado con el ¡“hagan juego, señores…! que puede traer
graves consecuencias.
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