Cada 17 de octubre se celebra el Día Internacional para la
Erradicación de la Pobreza, con el principal objetivo de
lograr una mayor conciencia social y ciudadana sobre la
necesidad de luchar contra la pobreza y la miseria en todos
los países del mundo y, especialmente, en aquellos en
desarrollo.
Si bien es cierto que, en la última década, la pobreza
mundial se ha reducido de forma constante, aunque claramente
insuficiente, en España y en otros países de nuestro entorno
que siguen padeciendo una profunda crisis económica, la
pobreza avanza de manera implacable.
La Encuesta de Condiciones de Vida que publica el INE
anualmente, sitúa a una de cada cinco personas en España en
situación de pobreza. El último Informe de Cáritas advierte
que la pobreza severa ya afecta a tres millones de personas
en nuestro país, el doble de los que estaban en esta
situación en 2007. UNICEF cifra en más de dos millones los
niños y niñas que están por debajo de umbral de la pobreza y
su número ha aumentado más de un 10% durante la crisis.
Esta dramática realidad que afecta cada vez a más familias
en España, se ha visto agravada en los dos últimos años por
las medidas impulsadas por el Gobierno de Rajoy, no sólo
recortando y eliminando partidas del presupuesto, sino
también restringiendo las condiciones de acceso a derechos
tales como la sanidad, la educación, los servicios sociales
y la dependencia.
En este mismo sentido, el Proyecto de Ley de racionalización
y sostenibilidad de la Administración Local, que vacía de
competencias a las entidades locales en materias como
servicios educativos y sociales, va a suponer ahondar aún
más en la desprotección social de los ciudadanos,
precisamente en un momento en que son estos servicios
sociales públicos de proximidad los que están haciendo
frente, junto con las entidades del Tercer Sector, a este
aumento de la demanda en la atención a las personas.
El Partido Socialista no quiere mirar hacia otro lado. Al
revés, los y las socialistas queremos situar este problema
en el centro de la agenda política. Consideramos que la
pobreza y el aumento de las desigualdades es uno de los
principales retos a los que debemos hacer frente como país.
Por ello, allá donde gobernamos, estamos luchando contra la
desigualdad y la injusticia social, priorizando los recursos
y redoblando los esfuerzos para paliar los recortes sociales
y de derechos del Gobierno Rajoy.
Y por ello, también, los socialistas hemos propuesto la
necesidad de contar con un amplio acuerdo social que
aglutine a fuerzas políticas, instituciones y agentes
sociales para lograr un gran Compromiso contra la Pobreza y
la Exclusión en España.
Igualmente, en el ámbito de la Cooperación al Desarrollo
Internacional, los y las socialistas denunciamos el
creciente deterioro, por parte del Gobierno de Rajoy, de la
Cooperación Española y la Ayuda al Desarrollo como política
pública, hasta situar a España a la cola de Europa con tan
solo un 0,15% destinado a cooperación para el desarrollo.
Y exigimos al Gobierno que incorpore en los PGE de 2014 la
Tasa de Transacciones Financieras que secundan 11 países en
la Unión Europea, entre los que está España, para aumentar
los paupérrimos presupuestos y la inexistencia de políticas
sociales y de lucha contra la pobreza y la exclusión, en
España y en el mundo.
Intermón-Oxfam calcula que veinticinco millones de europeos
más se verán sumidos en la pobreza en 2025 si los gobiernos
no abandonan las medidas de austeridad, ocho millones de los
cuales serán españoles, lo que supone que nuestro país
aportaría uno de cada tres de los nuevos pobres de Europa.
España no puede seguir a la cola de los países europeos en
gasto público para combatir la exclusión social. Debemos
comprometernos y ser capaces de ofrecer soluciones desde la
política, no sólo para evitar que la fractura social que la
crisis ya ha originado sea cada día mayor, sino también y,
sobre todo, para avanzar y proponer políticas encaminadas a
reducir las desigualdades y lograr un país más cohesionado.
Vencer la pobreza ha de ser una gran causa colectiva.
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