En el comercio, naturalmente, por
no haber sabido medir lo que significaba un día de fiesta,
en una fecha que no le correspondía.
Y es que el martes festivo no venía a cuento y además
impidió que esa tarde, que hubiera sido muy importante para
las últimas compras, como los establecimientos estaban
cerrados no pudieron, los unos comprar y los otros vender.
No es extraño que desde la Confederación de Empresarios se
califique el martes como un día de “oportunidad perdida”
para haber podido atender a todos los visitantes, del otro
lado de la frontera. Y es que con los datos que tienen a
mano, de ese día y de otras fechas, consideran que el martes
perdieron muchas ventas.
Y como aquí, en Ceuta, se sabe cuando viene gente y cuando
no es posible que venga, desde la CECE han indicado que el
pasado martes, ese día que yo he denominado el día de San
Nadie, llegaron a Ceuta muchos visitantes de Marruecos que
se encontraron con que todo el comercio estaba cerrado.
Es lo que hubo y es lo que impidió vender, o lo que hizo
“que se perdiera una gran oportunidad para que el comercio
hiciera caja, porque podía haber sido un buen día de ventas.
Es más, como aquí, en pocas ocasiones, se llama a las cosas
por su nombre, hay quien se ha extrañado que el joven
presidente de la CECE, Montero Ávalos, haya dicho, con total
claridad, y sabiendo el terreno que pisaba que “no se
entiende el error, por parte de la Ciudad, al fijar ese día
como festivo”.
Ahora, tanto para la CECE, como para quienes vamos por
independientes, lo que se pide es que este tipo de errores
no se vuelvan a dar, salvo que se quiera aniquilar más de lo
que está, el comercio de Ceuta.
La cosa está muy clara, un día que podría haber sido muy
bueno, tuvo como resultado algo realmente catastrófico, al
haber caído las ventas en torno al 70%.
Dos días de cierre, para la mayor parte de los comercios de
Ceuta, eso es demasiado cierre, y más en época de vacas
flacas, comercialmente hablando.
El martes fue de cierre total y el miércoles un día en el
que a pesar de ser hábil para que se abriera todo, la mayor
parte de las persianas se quedaron bajadas, por ser el
auténtico día de la fiesta del Sacrificio.
Quedaba clara, además, una cosa y es que los profesionales y
en la CECE lo son, o cuando menos actúan como tales, saben
por donde van a ir los tiros, con lo que lo que se había
previsto, desde la organización empresarial, había salido,
tal como preveían:” Los hechos están ahí y demuestran que
Aróstegui estaba equivocado”. Aróstegui como siempre, metido
donde no le llaman y perjudicando todo aquello que es de
interés para Ceuta.
Y mirando a lo que ha sido la semana, el lunes fue un día de
los grandes en ventas para las grandes superficies, el
martes cerrado, no se podía vender nada, el miércoles día de
la tranquilidad en toda la ciudad y el balance de la semana,
cuando menos, hay que considerarlo como muy poco productivo,
por una sola razón, porque desde la Ciudad se mira pero no
se ve y se hacen caso más de los ineptos que de quienes
saben lo que es y lo que hay, realmente, en la Ciudad.
Ahora, los comerciantes bien harían en dejar para mejor
ocasión el pago de lo que tengan que abonar de este mes y
que eso se cubra con el sueldo de Aróstegui y de aquellos
consejeros o concejales que hayan intervenido en el
desaguisado que han creado.
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