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OPINIÓN - JUEVES, 17 DE OCTUBRE DE 2013

 

OPINIÓN / EL OASIS

Se habla en la calle
 


Manolo De la Torre
manolodelatorre@elpueblodeceuta.com
 

En la calle se habla mucho y mal de nuestro alcalde. No pocas personas dicen que si pudieran, que si hubiera alguien con la justa capacidad para confiar en él, tardarían un amén en mandarlo a la porra. Bastantes ceutíes creen que nuestro alcalde está haciendo méritos suficientes para despedirlo con cajas destempladas; es decir, para mandarlo a paseo. Incluso los hay ya que lo califican de pelmazo. Y se preguntan qué razones existen para no mandarlo a la porra en su momento. En el momento de las elecciones.

A nuestro alcalde se le tiene menos aprecio cada día que pasa. Y la gente se lo viene tomando a chacota. Que es lo peor que puede sucederle a una autoridad. Y sobre todo a una que está convencida de que ha nacido para serlo a perpetuidad. De nuestro alcalde se dice que ha llegado a creerse que goza de un poder omnímodo. Que habla siempre poniendo y sentando cátedra. Que ha terminado por ser presidente de todos los organismos de la ciudad. Y que actúa convencido de que su palabra es un cheque al portador.

Nuestro alcalde hace y deshace a su antojo. Porque, amén de ser alcalde, que no es moco de pavo, es presidente de todos lo organismos existentes en esta ciudad. Maneja, pues, la Federación de Fútbol de Ceuta; la Comunidad de Vecinos; el Consejo de Hermandades y Cofradías; la presidencia de la construcción y otros organismos que no se me vienen a la mente en estos momentos. Maneja incluso una tele pública y un periódico añejo.

Nuestro alcalde estaba acostumbrado también a ser parte principalísima en el primer equipo de la ciudad. Y cuando hubo alguien que lo puso en su sitio, con buenos modales, todo hay que decirlo, sacó a relucir su parte endemoniada y no tuvo el menor reparo en darle matarile a la entidad.

De nuestro alcalde se dice que hasta tiene bula judicial. Lo cual es parecer tan grave como para prestarle la atención debida. La que uno le ha prestado en el día de hoy, miércoles, cuando escribo tras haber estado barzoneando por la ciudad.

Y es que hubo alguien, muy destacado en esta tierra, que me dijo haber leído lo escrito por mí el martes pasado. Sí, el martes pasado opiné yo de lo concerniente a La ‘Operación Ópera’ en Melilla. Y, claro, no dudó en comparar la actuación de la juez María Alcázar Ocaña con la de Ceuta.

Confieso que intenté por todos los medios hacerle ver a mi interlocutor que no todos los casos denunciados son iguales. Pero él, que sabe más que Lepe, me respondió que a mí me puede la jindama. Porque le tengo demasiado respeto a los señores que lucen puñetas en las togas.

Entrados ya en ese terreno, siempre resbaladizo y de interpretaciones variadas, intento por todos los medios darle una larga cambiada a la conversación. Y me dejo caer con algo que se dice en la ciudad. Vamos, que es vox populi: quien más manda en la ciudad es Juan Luis Aróstegui. Quien se ha ganado la voluntad de nuestro alcalde y éste no hace nada si antes no lo ha consultado con el principal dirigente de la coalición Caballas.

-Allá ellos… -contesta un tercer tertuliano que no había abierto la boca hasta ese momento.

Y quien dialoga conmigo, que sabe mucho, como ya dije anteriormente, me pregunta si yo creo que Juan Luis Aróstegui será capaz de responderle acerbamente a Rafael Montero Ávalos, presidente de la CECE, en su espacio de opinión. Y, créanme, que la pregunta me cogió desprevenido y me dejó sin respuesta.
 

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