El error cometido por el gobierno de la Ciudad a la hora
de fijar la fecha de la festividad de la Pascua de
Sacrificio, declarar festivo ayer y no hoy, ha generado
importantes pérdidas al comercio de la localidad, ya que al
estar cerrado la mayoría de los establecimientos, los
potenciales clientes de religión musulmana no han podido
desplazarse para realizar sus compras en la víspera de tan
importante fiesta. Este periódico pudo comprobar como la
mayoría de las salas de ventas de las grandes superficies
ubicadas en la zona del puerto estaban cerradas, así como la
mayoría de las naves ubicadas en el polígono El Tarajal.
El fallo cometido por el Gobierno ceutí a la hora de fijar
la fecha, el día 15 y no el 16, de la fiesta de la Pascua
del Sacrificio ha tenido una incidencia notoria en la
economía de la ciudad, puesto que la mayoría de los
comercios permanecieron cerrados al público ayer con las
consiguientes pérdidas de ventas.
Los potenciales clientes de religión musulmana no pudieron
acudir a los establecimientos ceutíes el día antes de la
celebración de su fiesta, fecha en la que, según fuentes
consultadas por este periódico, suelen realizar compras
importantes de cara a la celebración de la Fiesta del
Borrego.
Todo arranca, como ya ha venido informando este periódico en
ediciones anteriores, cuando desde el gobierno de la Ciudad
se decide fijar como festivo el martes, día 15, mientras que
los musulmanes celebran la fiesta el miércoles, día 16.
Según explicó el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, el
fallo estuvo debido a que se tomó la fecha fijada por la
Comunidad Islámica de España con un año de anterioridad,
momento en el que tiene que aprobarse el calendario de
festivos.
Este hecho ha acarreado durante toda la semana pasada una
gran polémica entre políticos y empresarios y estos últimos
han venido avisando de las consecuencias económicas que el
fallo a la hora de fijar la fecha del festivo conllevaría en
cuanto a las ventas se refiere.
Ayer, este hecho se convirtió en realidad y las pérdidas en
las ventas, aunque la valoración habrá que hacerla después
de que pasa el día de hoy, se antojan muy importantes.
La explicación es sencilla y entendible a la vez, puesto que
al estar las grandes superficies y los comercios de la
ciudad cerrados, lo clientes procedentes del país vecino no
han acudido a hacer ningún tipo de compras a la ciudad, en
una festividad familiar y en la que los musulmanes suelen
dedicar la jornada con celebraciones, disfrutando de la
familia y de los amigos.
La costumbre es que la familia, este día, se reúna en torno
a la mesa y disfrutar de una buena comida en paz y en
armonía.
Aparte, también se aprovecha la festividad para visitar a
los amigos e incluso proceder al intercambio, en algunas
ocasiones, de regalos.
Al ser una fiesta tan especial, la reunión en torno a la
mesa también se vuelve especial y las familias suelen hacer
un esfuerzo económico en la compra del borrego y otras
muchas viandas.
Muchos comercios cerrados
En el día de ayer fueron muchos los comercios que cerraron
sus puertas como festivo que era. Los mercados permanecieron
cerrados y hoy abrirán, aunque con la mayoría de sus puestos
estarán cerrados, ya que la mayoría de los mismos están
regentados por empresarios musulmanes.
Por otro lado, las grandes superficies instaladas en la zona
del puerto también permanecieron cerradas, salvo Casa Ros,
que ayer era la única que estaba abierta.
Hoy al no ser festivo estas instalaciones comerciales
abrirán sus puertas, aunque es bastante probable que al no
contar con sus potenciales clientes las ventas del día se
vean notablemente reducidas. Por lo que las pérdidas habrá
que contarlas por partida doble, esto es, las registradas el
día de ayer y las que se produzcan hoy.
Otro apartado importante a tener en cuenta ha sido el hecho
de que el Biutz no ha funcionado y han sido muy pocos los
comercios del Polígono El Tarajal que han abierto sus
puertas.
Hoy tampoco abrirán, puesto que al ser fiesta en el país
vecino es lógico que los clientes, los porteadores y los
comerciantes del polígono, en su mayoría musulmanes celebren
la festividad y mantengan su negocios cerrados.
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