Después de toda la vida cogiendo el autobús en la famosa
parada de Calamocarro, de repente un día, sin saber por qué,
el autobús pasa de largo y allí me deja, tirado en mitad de
la carretera. Eran las once y cinco de la mañana. Como
siempre puntual, a cinco minutos de las enteras, nunca
falla. Pero esta vez no paró, simplemente el conductor me
dijo “no” con el dedo. Miro a Ceuta, rodeada de niebla, que
vista desde aquí parece como una gran ballena posada en el
mar y hecho a andar...
Los residentes en Calamocarro nos referimos a Ceuta como si
no viviéramos en ella, porque aquí todo es diferente, el
clima, la luz, las puestas de sol, la temperatura, el
viento... Los que vienen por aquí saben a lo que me refiero.
Calamocarro es un lugar diferente, situado a media hora de
cualquier parte, en el que puedes pasar horas y horas
mirando al mar y percibiendo la sensación de que África es
Africa y Europa es Europa... El Estrecho que nos separa es
demasiado profundo y por muy corta que sea la distancia,
nosotros estamos al otro lado... en Calamocarro esa realidad
se percibe. Aquí las cosas son como son y si quieres algo
tienes que moverte o corres el riesgo de quedarte convertido
en planta o en piedra que es mucho peor. Si me dieran a
elegir preferiría ser árbol, porque así viviría muchos mas
años disfrutando de estas maravillosas vistas y podría oír
eternamente el rugir de las olas del mar y el despertar de
los pájaros.
Sin embargo, volviendo a la realidad, te das cuenta de que
ni eres piedra, ni árbol ni nada de eso... eres una persona
y te han dejado tirado. Se han olvidado de ti y de las mas
de 10 familias que viven aquí. El autobús ya no para aquí.
Alguien se olvidó de volver a colocar la señal de “P” de
autobús cuando remodelaron la carretera y un buen día a la
Guardia Civil se le ocurrió la maravillosa idea de multar al
autobús que realizaba su servicio diario en el lugar
estipulado y a la hora y cinco minutos exactos, dejando
plantados allí, en mitad de media hora de cualquier parte, a
todos los que habitualmente utilizan este servicio.
La Guardia Civil, como es lógico, cumple con su obligación,
pero por aquí nos hemos quedado atónitos con la situación y
así seguimos, mas aún cuando hemos visto que, después de las
numerosas quejas explicando la situación, nos ponen una
parada sí, pero al otro lado. En el sentido Ceuta-Calamocarro-Ben.zú,
en el lado de la playa. Como si el destino quisiera dejar
aquí a todos aquellos que, haciendo uso del Servicio
Público, quisieran quedarse convertidos en piedra o algo
parecido esperando...
Porque sepan ustedes que el viaje en autobús a Calamocarro
es un viaje sin retorno. El autobús te deja, pero no te
recoge. ¿Hasta cuando? Pues imagino que hasta que esta carta
llegue a manos de los responsables... Hay niños y jóvenes
que tienen que ir al colegio todos los días, trabajadores
que diariamente tienen que usar este servicio y sin contar
con las numerosas personas que les gusta venir por aquí,
simplemente, a disfrutar de la playa o la naturaleza de este
lugar.
Puede que no seamos muchos, pero es un derecho adquirido
desde hace muchos años y stoy convencido de que mas pronto
que tarde harán algo y no permitirán que esta situación
permanezca durante mucho mas tiempo. Basta con colocar otra
“P” en el otro lado... y el sentido común dejará de brillar
por su ausencia en este lado de la carretera. Esperemos.
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