LUNES 7.
En el Hotel Parador La Muralla se me acerca un señor y me
dice que a ver si se me ocurre escribir algo de Balearia.
Cuyo servicio está llegando a términos insoportables. Recojo
sus impresiones. Aunque para ahondar en el asunto debo
informarme más y mejor de como lo estoy en estos momentos.
Luego coincido con el director del parador: Alberto San
Sebastián Vázquez. Y a fe que nos cunde la conversación.
Hablar con Alberto es un placer. Algo que ya he dicho varias
veces. Alberto, como buen leonés, nada más y nada menos que
de Ponferrada, sabe tirarme de la lengua y consigue que yo
le cuente lo que no está en los escritos. Historias de
aquellos años sesenta que fueron tenidos por felices.
Alberto me presta toda la atención del mundo cuando yo le
describo el ambiente de Perico Chicote y del Abra en
aquellos tiempos del cuplé. O cuando le hablo del Pasapoga
de aquellos años en plena Gran Vía madrileña. Eso sí, parece
poner en duda lo de que yo fui escolta del ministro de
marina: almirante don Felipe Abárzuza.
Martes. 8
José Fernández Chacón me invitó un día, de hace ya varios
años, a comer en el Restaurante Cala Carlota. Y comprendí la
razón por la que el establecimiento estaba lleno a más no
poder. Comimos tan bien como rapidez apreciamos en el
servicio. Ambiente distendido y buen trato a la clientela,
sin que los empleados tuvieran que sobreactuar. Al cabo del
tiempo, decidí volver al sitio que tan buena impresión me
había causado. Y, desde entonces, lo he visitado en varias
ocasiones. Hoy he estado en Cala Carlota con unos amigos. Y,
nuevamente, hemos quedado satisfechos del menú, del precio y
de la atención que nos han dispensado. De este restaurante,
situado en sitio tan estratégico como espléndido, cabe decir
que tiene dos comedores inmejorables. Así se lo he referido
a su propietaria: Inmaculada García López. Quien está
pendiente de la clientela en todo momento. Ni que decir
tiene que seguiré recomendando Cala Carlota entre mis
conocidos. Pues lo merece el establecimiento y, cómo no, sus
empleados.
Miércoles. 9
Cómo es posible que se siga diciendo por parte de quienes
nos gobiernan que la situación económica está mejorando y
que muy pronto volveremos a ver la luz al final del túnel.
La situación económica seguirá mejorando para quienes no la
han padecido y que, además, se han aprovechado para obtener
más ganancias de las desgracias ajenas. A cuento de qué los
políticos sacan pecho, cada dos por tres, para contarnos el
cuento del alfajor, mientras hay muchos, muchísimos, cientos
y cientos de personas con más de cuarenta y cincuenta años
que están paradas y convencidas, además, de que nunca más
volverán a trabajar. Que a esas edades no habrá ya
empresarios dispuestos a tenderles la mano. ¿Qué será de
ellas? Muchas noches, desde hace ya tres años, a mí me
cuesta lo indecible pegar ojo. No consigo conciliar el
sueño. Preguntándome qué será de algunos de mis familiares.
Que tienen esa edad a la que antes aludía y se encuentran
sometidos al castigo del paro. Ya que el hombre ha nacido
para trabajar. Con el fin de comer y holgar. De no ser así,
habrá que preguntarle a Fátima Báñez, ministra de Empleo y
Seguridad Social, si rezándole a su Virgen se arregla el
problema de los parados. El problema de los parados y de los
hijos de éstos lo están soportando los padres jubilados
mediante sus pensiones. Modestas a todas luces. Pero con las
que hacen milagros. De continuar el drama, día llegará en
que comience por Andalucía la invasión de los latifundios y
se arme un cirio. Ortega y Gasset dijo algo así en su
momento: “¡Cuidado con que un día no decidan andaluces y
gallegos echarse al monte!”.
Jueves. 10
Christine Lagarde debería permanecer callada al menos
durante cuatro o cinco años. La directora del Fondo
Monetario Internacional tendría que hacer de Belinda cuanto
más tiempo mejor. Pero esta señora, que gana una pasta
gansa, se va de la lengua a cada paso y hace posible que
griegos, italianos y españoles se acuerden de todos sus
muertos. La señora Lagarde, francesa ella, haría muy bien en
contar hasta diez antes de hablar. Pues sólo abre la boca
para decirnos que seamos frugales comiendo, bebiendo y
holgando. Con el único fin de que los alemanes sean cada vez
más ricos y los demás europeos más pobres. A Christine
Lagarde, partidaria de las axilas no depiladas, se le nota
demasiado que es clasista. Vamos, acérrima defensora de que
la clase media desaparezca de la faz de la tierra y de que
los ricos no sólo cuenten con mano de obra barata sino que,
además, se aseguren las oraciones de los menesterosos. La
directora del Fondo Monetario Internacional habla de la
necesidad de crear empleos para los jóvenes y se olvida de
los parados de cuarenta a sesenta años. No creo que esta
señora sea menorera.
Viernes. 11
Mi amistad con Kiko Martell comenzó a fraguarse hace más de
tres décadas. Fue él quien me presentó a su hermano Alberto:
de quien sigo conservando los mejores recuerdos. Cada vez
que deseo charlar un rato con KM no tengo más que acercarme
al establecimiento donde suele pasar parte de la mañana. Hoy
he ido expresamente a verlo, una vez más, y le he preguntado
por La Shica: nombre artístico de esa Elsa Rovayo convertida
hace ya mucho tiempo en una estrella del espectáculo. Kiko
me cuenta cómo surgió la relación de La Shica con Andreu
Buenafuente. Sucedió durante la presencia de la artista
–ceutí- en un programa del humorista, presentador y
productor. Se cayeron más que bien. Tan bien que AB opinó
así de la Shica: “Es la artista más energética y magnética
que he conocido en los últimos años. Sorprende a cada paso y
lo expresa en el escenario como nadie”. Tras las palabras de
Buenafuente, La Shica no dudó en proponerle que la
acompañara en la preparación de un espectáculo pensado por
ella y Andreu le cogió la palabra inmediatamente. Y entre
ambos le han dado vida a ‘La Shica Espain Dolor del Bueno’.
Espectáculo que está obteniendo gran éxito en la sala Barts
de Barcelona. Allí, me dice Kiko, La Shica se muestra, según
la crítica, como artista inquieta, arriesgada, próxima,
divertida, emocionante… Y a mí, tras escuchar atentamente a
KM, no me queda sino contar un triunfo más de Elsa Rovayo.
Conocida artísticamente como La Shica. Que goza de fama
internacional. Y lo hago con enorme satisfacción y alegría.
Ah, a Pilar González, la madre de la criatura, no me fue
posible felicitarla. Otro día será.
Sábado. 12
Dije un día de hace muchos años que Iker Casillas estaba
sobrevalorado como portero. Argumentando, como no podía ser
de otra manera, lo que decía. Hasta ese momento, nadie se
había atrevido en España a cometer semejante sacrilegio. Que
es como llamaban a mi parecer. Mantuve mi criterio contra
viento y marea. Sin importarme lo más mínimo los éxitos del
Madrid y de la selección española con él muchacho de
Móstoles siendo titular. Incluso dije que éste se había
quedado antiguo como guardameta. Ya que ni conocía el juego,
ni sabía manejar el balón con los pies y porque, además,
mostraba impericia en las salidas para atajar los balones
por alto. El tiempo ha sido mi mejor aliado. Conste que,
como madridista fetén, deseo siempre lo mejor para mi
equipo. Algo parecido, cambiando lo que haya que cambiar,
está ocurriendo con las relaciones existentes entre nuestro
alcalde y Juan Luis Aróstegui. También me adelanté en
propalarlas. Y asimismo los hubo que me recomendaron
tratamiento para mi excesiva imaginación. Esa loca de la
casa a la que hay que procurar mantener a raya. Pues bien,
ya es más que un secreto a voces el pacto existente entre
nuestro alcalde y quien más manda en la coalición Caballas.
Y todo apunta a que Aróstegui puede terminar ocupando un
cargo en el PP. De hecho, he leído que puede estar
ejerciendo ya de diputado popular en la sombra. Con el
número 19.
|