Muchas han sido las veces que he
escrito de Antonio García Gaona desde que fue elegido
presidente de la Federación de Fútbol de Ceuta. Y a fe mía
que me hubiera gustado haberlo hecho de manera muy distinta
a como lo he venido haciendo. Pero las cosas son como son y
no como uno desearía que fuesen. A mí me hubiera gustado que
García Gaona, nada más tomar posesión de su cargo, en
noviembre de 2008, hubiera decidido meter la linterna en la
sede federativa para saber si la contabilidad del organismo
era un desastre o bien los libros reflejaban el mejor hacer
por parte de quienes se encargaban de ellos.
Y así se lo dije, una y otra vez, durante los primeros meses
de su presidencia, a García Gaona. Con quien me unía unas
relaciones magníficas. Pero él me respondía siempre con
evasivas. Finalizadas siempre con la misma excusa: el
presidente anterior fue más que un padre para mí y yo no
tengo por qué ir más allá de lo que no me incumbe.
A García Gaona, como presidente del organismo federativo, sí
le incumbía acallar todo cuanto se decía en relación con una
presunta irregularidad en los manejos de los dineros
federativos. Y sobre todo estaba obligado a abrir puertas y
ventanas de la sede para airearla tras muchos años de haber
estado los apuntes contables cubiertos por las telarañas de
lo habitual. Por las telarañas de lo acostumbrado. Y ya
hemos visto lo que ha estado pasando, por ejemplo, con los
pagos fraccionados y continuados de YB.
García Gaona dijo que nones. Que lo pasado era pasado y que
él no estaba dispuesto a enmendarle la plana a nadie. Y
además contaba y cuenta con el apoyo de nuestro alcalde. Por
ser AGG militante del PP y hasta candidato suplente para
ocupar, si lo ocasión lo requiere, un puesto en el Senado.
Y, desde luego, porque según sé nuestro alcalde tiene a
García Gaona en alta estima.
El apoyo de nuestro alcalde al presidente de la FFC fue
decisivo para que éste, sentado ya en el sillón presidencial
del organismo federativo, decidiera modificar varios
artículos de los Estatutos. Con el fin de eliminar el número
9. Artículo principalísimo. Cuya desaparición iba a
permitirle al presidente evitar una incompatibilidad crucial
para él. Vayamos con ella, por si todavía hay alguien que no
se ha enterado de qué va el asunto. El artículo 9 impedía
que García Gaona pudiera ser presidente y a su vez socio y
administrador de la agencia ‘Viajes Trujillo’. Agencia que
ha venido prestando constantes servicios a la FFC. Una
acción, presuntamente irregular, que se ha venido
manteniendo durante tres años. Y que fue denunciada por
José Antonio Muñoz, siendo presidente de la Asociación
Deportiva Ceuta.
Inmediatamente, como no podía ser de otra manera, hizo
efecto la estima que se le tiene al presidente de la FFC en
la alcaldía. Así que los servicios jurídicos del
Ayuntamiento salieron en defensa de García Gaona alegando un
silencio administrativo positivo. Que si es válido para las
asociaciones deportivas no lo es para las Federaciones, como
la presidida por nuestro también estimado Antonio. Habiendo
fallado el magistrado de lo Contencioso Administrativo de
Ceuta, en favor del presidente, la Ciudad trata por todos
los medios de salvar a quien parece más que amigo hermano de
nuestro alcalde. Y ha presentado recurso ante el Tribunal
Superior de Justicia de Andalucía. Se nota, se palpa, se ve
que Antonio y nuestro alcalde se quieren de verdad. ¡Uy!
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