La historia se repite. Si el pasado año el Gobierno de Vivas
se lamentó de su error en la previsión, que provocó que en
el calendario laboral de 2012 se fijara la festividad del
Sacrificio para el sábado día 27 octubre cuando en realidad
se celebró el viernes día 26, este año la festividad del
borrego volverá a no ser festiva en nuestra ciudad, teniendo
en cuenta que la misma está prevista en el calendario
laboral para el martes día 15 de octubre, en lugar del
miércoles 16 que es cuando realmente se celebra la fiesta
religiosa. Ver para creer.
La concreción de la Fiesta del Sacrificio, más conocida por
la ‘fiesta del borrego’, en Ceuta es motivo de confusión. En
el calendario laboral se fijó como festivo en “rojo”, y
ahora resulta que ha sido imprecisa su localización porque
en realidad, en vez de corresponder al 15 de noviembre lo es
el 16, lo que nos retrotrae al pasado año en el que se
registró una situación similar. Un nuevo error que origina,
por un lado, que muchos comercios cierren sus puertas dos
días seguidos, por ser festivo y por que la celebración real
se produzca al día siguiente que es laborable en el
calendario.
De un lado, el día 15 de octubre, los comercios cerrados y
los musulmanes que no trabajan ¿tampoco lo hacen en la
jornada siguiente que es la que realmente corresponde a la
festividad? ¿Se verán obligados a cerrar sus propios
negocios o a solicitar un día de vacaciones mediante acuerdo
con la empresa? ¿Los niños no iran al colegio el miércoles y
perderán dos días de clase?
Estos hechos son objeto de perjuicios laborales, económicos,
de funcionamiento de una ciudad que no puede permitirse el
desatino mencionado. Todo consecuencia de un desajuste
increíble, producto de un desatino que confunde más que
ayuda a contribuir al esplendor de una celebración. Ya va
siendo hora que, aquéllos responsables de situar una fiesta
en el calendario atinen y no confundan con tantas
imprecisiones como errores que al final desvirtúan una
fiesta. Hay que ser más precisos y, sobre todo, actuar con
mayor rigor y seriedad. No lo es solo poner una fecha en el
calendario. Esta ciudad y la Comunidad Musulmana necesitan
unos responsables en fijar las fechas de sus fiestas sin
tales desconciertos ni frivolidades. No ha de resultar una
ciencia misteriosa o insalvable el hecho de determinar una
festividad en razón a unos parámetros que bien conocen los
expertos en estos temas.
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