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El comportamiento del Gobierno de
la Ciudad de incumplir una Sentencia judicial firme como es
el caso del fallo judicial en el abono de la paga extra de
Navidad a RTVCE es un ejemplo flagrante de la
irresponsabilidad política de quienes no son respetuosos ni
con el pronunciamiento de la Justicia. En una actuación sin
precedentes, se trata de eludir la responsabilidad política
e institucional de dar cumplimiento a un mandato judicial
para encubrir la incapacidad manifiesta de pedir
responsabilidades a quien realmente las tuviera, que no son
precisamente los trabajadores, sino aquéllos incapaces que
no han sabido defender los derechos legítimos de una empresa
municipal con presupuesto de la Ciudad y, mucho menos, el
dinero del erario público.
A la incapacidad de defensa jurídica se han unido en esta
ocasión, la no menos incompetencia política de asumir
responsabilidades. Si había un error en la sentencia ¿por
qué no se recurrió?. En vez de exigir cuentas a quienes han
demostrado una incapacidad superlativa, buscan cualquier
artimaña para burlar a su señoría, llevando la situación a
un extremo esperpéntico: no sólo incumplen una Sentencia
firme, que no fue recurrida en tiempo y forma, sino que en
el colmo de la osadía, pretenden interpretarla y, por si
fuera poco el desatino, no la ejecutan conforme a derecho,
con lo que se mofan hasta del propio juez.
En tan surrealista situación, lo más kafkiano es comprobar
la nula credibilidad de un presidente de la Ciudad que ante
los periodistas se comprometió a cumplir la Sentencia y
ahora permite conductas que le contradicen. El respeto a la
Justicia y a las Sentencias de los jueces, es un episodio
más de las mentiras del Gobierno de Juan Vivas que no parece
conocer límites en cuanto a su desfachatez e
irresponsabilidad.
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OPINIÓN / EDITORIAL
